Una comunidad de vecinos de Vigo, primera en Galicia en contratar un desalojo exprés

Tres okupas entraron a vivir en un piso vacío propiedad de un banco en Camelias

Los residentes aprobaron el desahucio en junta: pagaron a la empresa más de 3.000 euros

Instalación de una puerta antiokupa en la vivienda recuperada.

Instalación de una puerta antiokupa en la vivienda recuperada. / FdV

En Vigo hay numerosos casos de okupaciones de viviendas. Situaciones surrealistas como la venta de llaves por parte de inquilinos irregulares o la subcontratación de habitaciones se han convertido en una práctica habitual. Para evitar retrasos en los desalojos, muchos propietarios se decantan por pagar a una empresa de desokupación para solucionar estos problemas. Lo que no había sucedido hasta ahora en Galicia es que una comunidad de vecinos hubiese contratado a una compañía de este tipo para el desalojo de un piso. Y ha pasado en Vigo.

Hace dos semanas tres personas entraron en una vivienda en la Avenida de Camelias, que estaba vacía y a la venta, y que es propiedad de un banco. Ante los problemas causados por los okupas, la comunidad de vecinos decidió ponerse en contacto con Desokupa 24 horas. La empresa les explicó que no suelen actuar en inmuebles que pertenecen a bancos, así que la única opción era que la junta de propietarios aprobasen la contratación de esta firma. Y hubo mayoría. El departamento jurídico de la entidad bancaria dio el visto bueno a la desokupación, y entre todos los vecinos abonaron los 3.000 euros más IVA que costó el desalojo exprés. “En ciudades como Madrid es algo habitual, pero en Galicia nunca nos había contratado una comunidad de vecinos”, explica Francisco Fernández, gerente de la empresa.

El motivo por el que los residentes de este céntrico edificio en Camelias decidieron recurrir a una firma de desalojo exprés es, sin ir más lejos, que los okupas estaban provocando serios problemas de convivencia. Música elevada hasta bien entrada la madrugada, follones entre ellos, gritos... Al ser propiedad de un banco, los vecinos tomaron la iniciativa para devolver la normalidad a la comunidad, y aprobaron por amplia mayoría en esa junta extraordinaria la contratación de Desokupa 24 horas, una firma que nació en Vigo y que opera ya en prácticamente todo el territorio nacional.

Tras recibir el visto bueno de la comunidad de vecinos y del banco, la empresa recuperó la vivienda en 48 horas tras una mediación extrajudicial con los okupas, que eran dos mujeres y un hombre que llevaban varias semanas residiendo de forma irregular en el inmueble. Tras echar a estos inquilinos no deseados, se procedió a la instalación de una puerta blindada antiokupación y también de una alarma de seguridad en la vivienda.

El pasado 24 de febrero FARO ya informó de la entrada en ese inmueble de dos mujeres de unos sesenta años. Uno de los vecinos del edificio de Camelias contaba que una persona de la inmobiliaria que gestionaba este piso ahora okupado fue quien se dio cuenta de que la cerradura había sido sustituida. “Trajeron muebles después de que se fuese la Policía Nacional, a la que llamamos para avisar de lo que estaba ocurriendo. Los agentes timbraron, hablaron con ellas y vieron que la vivienda estaba prácticamente vacía: solo identificaron un colchón hinchable y un par de bolsas, suficiente para determinar que podrían vivir ahí”, afirmaba.

Esos pocos muebles los habían llevado los propios okupas a cuestas cuando se “mudaron” a la vivienda. Precisamente lo que más llama la atención en las imágenes sacadas por la empresa de desokupación es la escasez de cosas con el que vivían los inquilinos irregulares: apenas el colchón para dormir y varias bolsas en las que guardaban ropa. El resto del piso estaba vacío, únicamente con los armarios y los muebles instalados en el momento de la construcción.

Inquilinos morosos

Cada vez es más habitual la contratación de empresas de desalojo exprés que prometen desokupaciones rápidas ante la lentitud de los procesos judiciales. Pero no solo se acude a estas firmas para echar a okupas, sino también en casos de inquilinos morosos que acumulan una deuda considerable con el propietario de la vivienda. Sin ir más lejos, estos últimos días también se ha conseguido que un arrendatario que debía más de diez mil euros en concepto de alquiler abandonase la vivienda.

Previamente, en la céntrica calle México, desalojaron a una pareja que llevaba sin pagar los 875 euros mensuales que costaba el alquiler desde el año 2020, llegando a acumular una deuda de más de 20.000 euros. En este caso, además, ambos miembros de la pareja tenían sueldos que entre los dos superaban los 3.000 euros mensuales, por lo que no tenían problema económico para hacer frente al alquiler: simplemente no querían pagarlo y se agarraron a recovecos legales para no abandonar la vivienda hasta la intervención de la empresa Desokupa 24 horas.

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