La Policía portuguesa contacta con la de Vigo por el caso del crimen de la maleta

La familia de Isabel Lima, una mujer de 42 años de Caminha, en alerta: “La última pista la sitúa en Vigo y las características físicas de la fallecida se parecen mucho a las de mi hermana”

Isabel Limia vivía en Caminha y desapareció en septiembre.

Isabel Limia vivía en Caminha y desapareció en septiembre. / FDV

La prioridad de la Policía Nacional de Vigo en el caso del crimen de la maleta está clara: identificar a la víctima. Poner nombre y apellidos a la mujer cuyo cadáver fue hallado en esta pieza de equipaje que estuvo meses abandonada en una finca de la calle Espedrigada es fundamental para avanzar en las pesquisas y esclarecer, en definitiva, quién la mató de una puñalada en el corazón. Los agentes confían en que las huellas dactilares o el ADN permitan identificar a la fallecida. Una pista de la que tirar son los casos de desapariciones que están abiertos en Vigo y su entorno. Y esto incluye el norte de Portugal, donde las familias de dos mujeres de las que no se tienen pistas desde hace meses se han puesto en alerta tras conocer el trágico hallazgo de Vigo: junto a Mónica Silva, una mujer de 33 años de Murtosa (Aveiro) que estaba embarazada y de la que no se tienen pistas desde el pasado 3 de octubre con su novio como principal sospechoso en esta investigación, en las últimas horas los diarios lusos han puesto el foco en el caso de Isabel da Conceição Ferreira Lima, de 42 años y desaparecida en septiembre también del pasado año. Su hermana afirmó ayer a FARO que la última pista que tienen de ella la sitúa en Vigo y sus características físicas se “parecen” mucho a las de la víctima de la maleta.

Policial y judicialmente la cautela es máxima a la espera de que las pruebas científicas permitan avanzar en la identificación. Las fuentes consultadas señalan que los casos de mujeres desaparecidas de los que se ha tenido conocimiento hasta el momento no acaban a priori de ajustarse a las características de este crimen, bien por la edad o bien por las fechas en que se perdió la pista a esas personas. Pero, insisten, no hay nada concluyente, no se puede afirmar ni descartar nada, hay que esperar a las pruebas. Lo que se sabe de la víctima de la maleta es que era una mujer menuda, de aproximadamente 1,50 metros de altura y pie pequeño. En lo relativo a la edad hay más dudas: podría rondar los 50 años, pero la autopsia no es concluyente y cabe la posibilidad de que sea hasta diez años más joven o incluso mayor. Llevaría muerta entre 6 y 8 meses, algo sobre lo que tampoco hay certeza absoluta.

La alerta de desaparecida de Isabel Lima.

La alerta de desaparecida de Isabel Lima. / FDV

En Vigo permanece desaparecida Esther Moro. De complexión delgada y 1,50 o 1,55 de altura, su edad –tenía 70 años cuando no se volvió a saber nada más de ella– parece sin embargo no encajar con la mujer de la maleta y además se le perdió la pista hace ya casi año y medio, en septiembre de 2022. Más antigua es la desaparición de Manuela Barbosa, el otro caso activo en la comisaría olívica: de Redondela, desapareció en julio de 2021, con 66 años.

¿La víctima podría ser de Portugal? La proximidad de Vigo con el país vecino hace que esta hipótesis sea una de las que deba contemplarse de manera firme. De hecho, según pudo saber este periódico, la Policía lusa pidió ayer contactar con el grupo de la comisaría viguesa que lleva esta investigación a través del Centro de Cooperación Policial y Aduanera ubicado en Tui. No trascendió el motivo de la consulta, pero este movimiento se produjo justo después de que la familia de una mujer de 42 años desaparecida en septiembre en Caminha haya alertado en la prensa lusa de las similitudes de las características físicas que se conocen de la víctima de Vigo con las de su familiar, Isabel Ferreira Lima.

Mujeres desaparecidas

De 1,56 centímetros de altura y muy delgada, Isabel desapareció entre el 5 y el 7 de septiembre de Vila Praia de Áncora, donde residía con una pareja. Salió de casa sin documentación ni teléfono móvil y se la vio después en Moledo acompañada de un peregrino “con rastas” en dirección a España. Su hermana Tania, con la que contactó ayer FARO, afirma que ambos pasaron también por un albergue de Valença y que la pista se pierde en Vigo, a donde ella misma viajó en noviembre y donde en una cafetería de la praza do Berbés le confirmaron que vieron a su hermana y a ese varón “acampar” de noche en dicha zona.

“Las características físicas de la mujer hallada muerta en Vigo, por altura, número de pie, edad y complexión, se parecen mucho a las de mi hermana; he contactado con la GNR, el Ministerio Público de Caminha y la Policía Local de Vigo para alertarles, pero aún no he recibido respuesta”, afirma, destacando un dato “clave” para esclarecer si es o no Isabel: los tatuajes grandes de una tortuga, una brújula y un pez tipo carpa que tiene en el lado izquierdo del cuerpo, en la zona del pecho y del brazo. En todo caso, el cadáver hallado en la urbe olívica estaba en muy avanzado estado de descomposición, por lo que este dato podría no ser determinante de cara a una posible identificación. En contra de esta hipótesis está que Isabel desapareció en septiembre y los vecinos, si están en lo cierto, dicen que la maleta la vieron ya en agosto.

Suscríbete para seguir leyendo