Una urbe “más verde, más compacta y más sostenible” con el nuevo Plan Xeral

Este profesional, reconocido por el invernadero del Culler de Pau, destaca el impulso que vivirán los barrios y parroquias

Considera escasa la generación de suelo industrial

Patiño, en Beiramar. Detrás, un edificio
industrial que, con el nuevo Plan Xeral,
pasará a ser dotacional.  // Marta G. Brea

Patiño, en Beiramar. Detrás, un edificio industrial que, con el nuevo Plan Xeral, pasará a ser dotacional. // Marta G. Brea / Borja melchor

Una ciudad “con más dotaciones para la población y más vivienda, más verde y más compacta”. Es el resumen que hace el arquitecto Faustino Patiño del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en tramitación, que se prevé aprobar definitivamente este año. Este profesional, reconocido por el invernadero del restaurante Culler de Pau (O Grove) o la recuperación del Círculo Católico de Obreros (centro de Vigo), pone en valor que el documento se ha desarrollado “desde una perspectiva actual, planteándose desde el criterio de sostenibilidad, ya no solo atendiendo a la economía, sino también a lo social y medioambiental”.

“Se va a aprobar una nueva herramienta de trabajo necesaria que va a proporcionar una mayor seguridad jurídica en comparación con los últimos años, en los que ha costado mucho trabajar enfrentándonos a una situación normativa compleja. Se ha redactado un documento en un proceso bastante transparente, con participación, que esperamos que mejore la ciudad y la haga progresar”, reflexiona Patiño tras señalar que la revisión del PXOM beneficiará en gran medida a los vecinos de los barrios y las parroquias gracias a las dotaciones públicas que se construirán –un pabellón en Bembrive, por ejemplo–.

“El nuevo Plan Xeral reserva suelo destinado a uso público, en el cual se dispondrán dotaciones que sirven tanto a escala de barrio como de ciudad, proyectando zonas verdes para parques y jardines y equipamientos, como centros de salud o centros deportivos. Se propone un entorno urbano que genera ciudad desde el punto de vista de la sociología urbana, como espacio habitado y fuente de socialización”, desgrana Patiño sobre un texto que pondrá el punto final al Plan Xeral de 1993 –en vigor después de que el Tribunal Supremo tumbase en 2015 el PXOM de 2008–y al Instrumento de Ordenación Provisional (IOP).

Subraya que la actuación más necesaria de las recogidas por el texto es la que se proyecta en el ámbito de Samil y el Lagares. “En una de las zonas más características de la ciudad, como es Samil, siendo este un lugar de ocio y disfrute de los vecinos, así como de los turistas, se propone, desde la gestión del suelo, su recuperación natural y la ordenación de un área fragmentada para la que ninguna figura de planeamiento ha sabido dar respuesta hasta la fecha. Esta es una oportunidad que puede resolver una zona de especial importancia en la ciudad, recuperando el entorno natural y organizando el territorio de la segunda línea de la costa”, explica.

Propone respetar las importantes masas forestales periféricas

Preguntado por la intervención que más le gusta, escoge la generación de nuevas zonas verdes, “muy necesarias para la ciudad”, que organizarán la urbe “alrededor de un cinturón verde, un pulmón, que coserá los diferentes barrios, y la acotará, compactándola”. Añade el desarrollo de vivienda o dotaciones desde un punto de vista sostenible y el respeto que propone el planeamiento con respecto a las “importantes masas forestales periféricas”.

“Se busca resolver uno de los problemas presentes en todo el territorio, como es el de la vivienda, proponiendo más suelo urbano con seguridad jurídica para ser desarrollado, de modo que se pueda aumentar la oferta de vivienda, incluyendo gran parte de ellas de protección social. También destacaría la propuesta de intentar generar una ciudad más compacta, es decir, la ordenación de este Plan Xeral busca una trama urbana más cohesionada, dotando de servicios a las parroquias y los barrios con una acertada propuesta de compacidad, reduciendo la dispersión, tan característica de nuestro territorio”, argumenta.

Uno de los lunares que le ve Patiño al nuevo Plan Xeral es la generación y organización del suelo industrial. “Se perdió una de las características de Vigo, que tuvo su despertar como ciudad industrial y, en el documento, desde mi punto de vista, no se ha cuidado. La industria de Vigo, en los últimos años, se ha visto desplazada al entorno próximo, ocupando suelo en otros municipios, como es el caso de Mos, Porriño, Nigrán y, ahora a mayor escala, As Neves, con la Plisan. La industria tiene que seguir ligada a la ciudad para poder seguir creciendo y manteniéndose, no habiéndose previsto un mayor suelo industrial”, expresa.

Sostiene que “no se tiene que pensar en una industria como algo negativo, contaminante, que se tiene que desplazar de la urbe, tal y como se recoge en los tratados urbanísticos de principios del siglo pasado”. “En la actualidad, las industrias se han adaptado a los nuevos requerimientos e inquietudes, generando entornos más amables. Se debía haber tenido en cuenta una mayor superficie de suelo para estos desarrollos dentro de la ciudad. Considero que es un aspecto que se ha descuidado y que será un debate al que pronto tendremos que hacer frente”, concluye.

"Es necesario que se redacte un nuevo documento para el Ensanche a fin de proteger y enaltecer el patrimonio"

Patiño apunta que, una vez se apruebe definitivamente esta herramienta, “la siguiente demanda que se debe resolver será la ordenación más detallada de una de las zonas más destacables de Vigo, el Ensanche”. “Estamos con un planeamiento bastante obsoleto para esta zona. Es necesario, a fin de proteger y enaltecer nuestro patrimonio, que se redacte un nuevo documento, específico para el Ensanche, que, como el Plan nuevo, se adapte a la realidad presente”, comenta. Preguntado por el vial de Beade y Bembrive, también conocido como PO-010, defiende que, “al tratarse de un planeamiento con previsión a medio plazo –redefinirá la urbe de las próximas dos décadas al menos–, es necesario que, además de ordenar el suelo calificándolo y clasificándolo, incluya nuevas infraestructuras que den servicio a los nuevos crecimientos” de la ciudad. “El nuevo vial propuesto permitirá reducir el tráfico de otras zonas, desahogando el tráfico de la ciudad, pero, al igual que para la industria, este nuevo vial se tiene que proyectar con las nuevas demandas y necesidades. Este debería ser un “vial blando”, un vial que cosa la ciudad, siguiendo, por ejemplo, el planteamiento que ya se está teniendo en cuenta para la nueva avenida de Madrid, intentando eliminar la barrera que ha sido hasta la fecha. Es decir, que sea un nuevo equipamiento para los vehículos y las personas”, propone Patiño.

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