Vitrasa confirma “ataques personales” a una decena de empleados por no seguir la huelga

Vitrasa confirmó ayer “ataques personales” a empleados que no secundan la huelga, como el denunciado por la chófer María Nieves Álvarez en las páginas de este periódico. La concesionaria del transporte urbano de la ciudad reconoció que, desde que comenzó el paro indefinido, parte de su plantilla ha sufrido una “persecución sistemática” que “coarta su libertad”.

La empresa hizo alusión directa al caso de Nieves Álvarez. “Además de estos daños materiales, esta trabajadora también sufre de forma constante el acoso a la entrada y salida de su puesto de trabajo, llegando hasta a intentar bloquear su entrada para ejercer su legítimo derecho a trabajar”, lamentó Vitrasa, que apuntó que cerca de una decena de sus empleados manifiestan estar sometidos a esta “persecución”, “muchos de ellos incluso cuando están secundando la huelga y son llamados a realizar servicios mínimos”.

“Al comité de Vitrasa se le ha ido de las manos la huelga; algunos estamos con ansiedad y acosados”

La firma añadió que, en alguna ocasión, este “acoso” se produjo con viajeros a bordo de los autobuses e incluso en un local frecuentado por trabajadores, donde un empleado fue insultado públicamente por no secundar la huelga. “Por la profunda violencia de este acoso sistematizado, muchos se vieron obligados a dejar de presentarse en su puesto de trabajo y secundar la huelga”, apostilló.

Años de conflicto

Los trabajadores de Vitrasa llevan años protestando por la situación laboral que viven, debido a que el convenio colectivo caducó hace ya tres años, manteniéndoseles el sueldo congelado desde esa fecha, pese al incremento del precio de la vida tras la pandemia y de la propia subida de los billetes de bus. Precisamente este próximo sábado, día 24 de febrero, el comité de empresa ha convocado una nueva manifestación en Vigo, que comenzará a las 18.30 horas en Plaza de España para pedir una solución al conflicto.

El comité de empresa denuncia que a pesar de tratarse de un servicio concesionado por el Concello, el Gobierno municipal de Abel Caballero “no ha hecho nada” para promover una resolución del conflicto, y consiente “de manera cómplice los incumplimientos” de Vitrasa “del pliego concesional” y de “sus obligaciones con su personal”.