El último adiós a Adriano Marques de Magallanes

Multitudinaria despedida al empresario y exdiputado del PP en Redondela tras su fallecimiento a los 98 años de edad

Asistentes al funeral celebrado ayer en Redondela.

Asistentes al funeral celebrado ayer en Redondela. / José Lores

R.V.

Una multitudinaria despedida es la que recibió ayer el empresario y exdiputado del PP Adriano Marques de Magallanes en el funeral que fue celebrado en la iglesia de Redondela, a la que se desplazaron numerosas autoridades, familiares y amigos para darle el último adiós al diplomático tras su fallecimiento a principios de esta semana a los 98 años de edad.

Tras ser velado en el pazo familia de Petán, el funeral se ofició en la iglesia de Santiago Apóstol, en la que estuvieron presentes desde el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, hasta la vicepresidenta de la Diputación de Pontevedra, Marta Fernández-Tapias, entre otros representantes del Partido Popular.

El empresario, diplomático y exdiputado falleció el pasado martes, día 12 de diciembre, a los 98 años tras una intensa trayectoria vital marcada por su carácter emprendedor y humanista y, sobre todo, por un profundo amor a la amplia familia que creó junto a Rita Regojo, fundadora de Aldeas Infantiles y fallecida en 2011.

Nacido en el municipio luso de Melgaço, Marques de Magallanes llegó por primera vez a Vigo en 1943, estableciéndose definitivamente más de diez años después, tras su boda con Rita Regojo, hija del gran empresario del textil redondelano y a la que conoció mientras estudiaba Derecho en Santiago. Fue entonces cuando decidió crear su propia empresa, primero Plastilandia y luego Partenón, levantando así un emporio textil, de la mano de su hijo Alejandro, ya que en la actualidad es líder nacional en la fabricación de vestuario para cuerpos de seguridad y cuyas plantas en Redondela, Vigo (Valadares), Portugal y Marruecos equipan a policías, bomberos o expertos en emergencias de Alemania, Italia, Bélgica o Suecia.

Entró en política de la mano de Otero Novas y representó al PP como concejal en el Concello vigués, vicepresidente de la Diputación de Pontevedra en los años 80, cuando su amigo Mariano Rajoy estaba al frente de organismo provincial, etapa en la que impulsó la puesta en marcha de la Facultad de Bellas Artes, y posteriormente continuó su carrera en política como diputado nacional y senador.

Ejerció además como cónsul general de Ecuador en Galicia durante más de medio siglo y en el año 1994 se convirtió en Vigués Distinguido desde 1994.