“Hay pautas médicas que llegan por fax y ahora estamos incomunicadas”

La residencia de Santa Marta, con 130 usuarios, lleva casi dos semanas sin línea telefónica ni acceso a internet por una avería

Usuarios y responsables de la residencia de Santa Marta.

Usuarios y responsables de la residencia de Santa Marta. / Marta G. Brea

Carolina Sertal

Carolina Sertal

“Es que no puede ser. A día de hoy, que todo está informatizado, no tener ni línea telefónica ni acceso a internet repercute en todo el funcionamiento y en la gestión del centro. Contactamos con la compañía desde el primer día y lo único que nos responden es que hay una avería, que están trabajando en ello, pero la última vez nos dijeron que faltaba una pieza para repararla y así no podemos estar porque, por ejemplo, hay pautas médicas que llegan por fax desde el centro de salud y ahora estamos incomunicadas”.

Con preocupación, la madre superiora Sor Carmen explica así la problemática que se está viviendo desde hace prácticamente dos semanas en la residencia de Santa Marta, situada en la parroquia de Alcabre y gestionada por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados.

Integrantes de la comunidad religiosa que gestiona la residencia de Santa Marta, en Alcabre.

Integrantes de la comunidad religiosa que gestiona la residencia de Santa Marta, en Alcabre. / Marta G. Brea

Ya el pasado mes de noviembre este centro residencial del municipio vigués se vio afectado por una avería en la línea telefónica y durante una semana tuvieron que lidiar con la falta de conexión y de acceso a internet, lo que generó importantes dificultades. Así, Sor Carmen indicó que “muchos familiares estaban muy preocupados porque no podían contactar con los suyos, especialmente los que viven en el extranjero. En la otra ocasión, teníamos un correo electrónico del hijo de una residente, que vive en Inglaterra, que nos escribía muy preocupado porque no podía contactar. Que yo le respondí en cuanto volvimos a tener conexión, pero claro, la preocupación es mucha”.

Todo parece indicar que el motivo de la falta del servicio telefónico y de internet se debe a un fallo en el mantenimiento de la línea que la compañía encargada de la misma no ha solventado pese a las reiteradas quejas que le han trasladado desde el centro residencial.

Muchos familiares estaban muy preocupados porque no podían contactar con los suyos

La responsable de la comunidad de la residencia de Santa Marta, que en la actualidad presta servicio a 130 usuarios, destaca en este sentido que, “para pagar las nóminas, acabé recurriendo a la gestoría para que enviaran el archivo a Madrid, a nuestra central, y desde allí lo cargaron en la cuenta, por ejemplo”, y añade que esta situación también afecta a la seguridad, puesto que repercute a la hora de llamar a las ambulancias, que acuden con regularidad a buscar a algunos de los residentes para desplazarlos a sus citas médicas, o a las comunicaciones con los diferentes centros de salud, ya que, tal y como comenta Sor Carmen, “en muchas ocasiones nos envían por fax las pautas del sintrom, por ejemplo”.

La madre superiora de Santa Marta apuntaba ayer que en la propia jornada del festivo de la Constitución intentaron ponerse en contacto con la compañía para volver a solicitar una solución, sin embargo, Sor Carmen señaló que “te derivan de unos a otros y desconocemos si efectivamente están trabajando para solucionar la situación. Pienso que, hoy en día, estas compañías tendrán recursos suficientes para reparar una avería en menos tiempo del que llevamos esperando, porque nosotras así, sin teléfono ni internet, no podemos atender a la gente”.

Hay mucha gente que sale de la residencia y la línea de autobús que retiraron es muy necesaria

José Antonio Martínez es uno de los 130 residentes en este centro gestionado por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Alcabre. A sus 80 años, cuenta que entre sus costumbres está la de bajar a una sala en la que se conecta con su ordenador a internet, pero desde hace casi dos semanas no puede. La avería también ha coincidido con la celebración del macropuente de la Constitución, por lo que las integrantes de la comunidad religiosa sospechan que hasta el próximo lunes continuarán incomunicadas.

En el caso de José Antonio Martínez, lleva seis años viviendo en este centro residencial vigués y además de criticar que la avería está afectando a todo el funcionamiento del centro, también hace referencia a otro importante problema de comunicación, y es la falta de transporte público en la zona. En este sentido, Martínez menciona que “cuando antes de la pandemia se reivindicó una parada de autobús aquí, se puso enseguida, pero desde la pandemia la retiraron y nunca más volvió el autobús. Las personas que vivimos en la residencia, las que no tienen coche, tienen que caminar casi un kilómetro hasta el colegio Amor de Dios. Hay mucha gente que sale y esa línea era muy necesaria”, concluye.

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