La quimioterapia en el salón de casa

Hematología del Chuvi ha dado tratamiento a domicilio a casi 60 pacientes desde 2021

El servicio es pionero en Galicia

González pinchando la quimioterapia a Rosa Santamaría.

González pinchando la quimioterapia a Rosa Santamaría. / A. Blasco

Rosa Santamaría, de 87 años, convive desde hace cuatro años con el diagnóstico de una leucemia mieloide aguda. “Es un regalo todo este tiempo”, destaca su hijo Antonio, ya que en un principio los médicos no eran demasiado optimistas. Cuentan que con el tratamiento que recibe ahora se encuentra “mejor”. Para llegar a él han ido probando con varios. “Pasábamos muchas horas en el hospital”, recuerdan. Ahora, que tiene que recibir quimioterapia a diario, agradecen que, desde hace dos meses, se la pinchen en su salón. Luego continúa con su rutina habitual, de recados y paseos por el Calvario. Es “comodidad” y es mayor seguridad: “Nos ahorramos que esté expuesta a otras cosas”. Ella es una de las casi 60 personas de Vigo que se han podido beneficiar del nuevo programa de atención a domicilio que el Servicio de Hematología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) puso en marcha a mediados de 2021. Es una atención pionera en Galicia.

“En las encuestas de satisfacción nos dicen que se sienten menos enfermos estando en sus casas”, subraya la jefa de servicio, la doctora Carmen Albo. Empezaron con pacientes con leucemias linfáticas crónicas e incorporaron después también a diagnosticados de mieloma y algunos casos de leucemias agudas –sobre todo en personas mayores–, siempre que los tratamientos sean orales, subcutáneos o endovenosos cortos –de menos de una hora–.

Hematología Domiciliaria (HEDO) echó a andar a mediados de 2021 con un solo equipo de Enfermería, que atendió a una decena de pacientes. Al año siguiente ya fueron 21 y, en lo que va del presente, 27. “Y la idea es seguir creciendo”, explica la hematóloga. De hecho, desde octubre está operativo un segundo equipo para poner tratamientos en casa. A partir del próximo año, contarán con un coche en leasing y quieren lograr un segundo. Hasta ahora se han arreglado con uno cedido por Hospitalización a Domicilio (HADO) o con taxis.

La enfermera Ana González,
haciendo el control a Juan
 Antonio Santos | // A. BLASCO

La enfermera Ana González, haciendo el control a Juan Antonio Santos | // A. BLASCO / A. Blasco

Este programa está permitiendo que alrededor de entre un 5 y un 10% de los pacientes que Hematología trata en el hospital de día del Álvaro Cunqueiro –que comparte principalmente con Oncología– eviten muchas visitas. Son, sobre todo, enfermos con una alta frecuentación: hasta ocho citas al mes. Hay algunos que pueden necesitar tratamiento durante años y así llegan a reducirlas a una cada tres meses.

Por el momento, HEDO solo abarca a la ciudad de Vigo, pero están buscando la fórmula para llevarlo al resto de municipios del área sanitaria, conscientes de que sus pacientes son los que más se beneficiarían de no tener que desplazarse hasta el complejo de Beade.

Trasplantes

Otra de las aspiraciones es incluir también los trasplantes de médula ósea autólogos, aquellos que se hacen con las células madre propias del paciente. Después de infundírselas y recibir la quimioterapia de acondicionamiento en el hospital, esta persona podría afrontar en su domicilio ese periodo de bajada de defensas y recuperación que hoy supone un aislamiento en el hospital. “Le visitarían cada día durante un mes”, detalla la doctora Albo y defiende que es “más llevadero” para el paciente. Para ello, necesitan la incorporación del vigésimo segundo especialista en Hematología al servicio, para dedicarse en exclusiva a HEDO. En la actualidad, toda la actividad está supervisada por dos facultativos, que lo compaginan con otras labores.

Ese aislamiento en el hospital durante alrededor de un mes es el que le va a tocar pasar a Juan Antonio Santos Álvarez después de las navidades. Tras cuatro años dormido, hace medio año se le “despertó” un mieloma múltiple. El primer mes iba una o dos veces a la semana a tratarse al hospital. Al mes le ofrecieron entrar en HEDO. Destaca que no solo ahorra tiempo –son “muy puntuales” y tardan pocos minutos, frente a las “horas” en el Cunqueiro– y dinero, también gana “tranquilidad”. Como la que consiguió ayer tras llamar a la enfermera Ana González Sánchez al teléfono que tienen de contacto para preguntarle por las implicaciones en su caso de un problema gastrointestinal. Ella lo consultó con el hematólogo, le han pedido una analítica y se ha ahorrado una visita a Urgencias.

La enfermera Ana González cogiendo la dosis de quimioterapia de la nevera en el maletero del taxi.

La enfermera Ana González cogiendo la dosis de quimioterapia de la nevera en el maletero del taxi. / Ana Blasco

“Atención exhaustiva” y “supervisión continua” son dos de las máximas de HEDO. Lo primero que Ana González hizo ayer con Rosa y con Juan fue medirles la tensión, la temperatura y otros parámetros. Los pacientes o sus familiares también los introducen en la aplicación TELEA una vez a la semana y pasan una encuesta de salud sobre molestias y diversos efectos de la medicación. Las analíticas pueden hacérselas en el centro de salud o, si son muy habituales, en casa. Estos profesionales también les hacen de intermediarios con otros especialistas de hospital que puedan necesitar o con Atención Primaria.

“Esto es muy cómodo”, afirman Juan y su esposa, que también probó la atención a domicilio de HADO tras una operación y cuentan que familiares que trabajan en el sistema sanitario de otras comunidades se quedaron impresionados cuando les hablaron de la posibilidad que les brinda este programa para mejorar su calidad de vida. “Es una maravilla”, concluyen.

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