El número de visitantes portugueses en Vigo creció un 167% desde 2013

Los 57.523 turistas alojados en 2022 pulverizan los récords previos a la pandemia

Junto al turismo nacional compensan la caída en europeos

Turistas portugueses ante un mapa de la ciudad de Vigo

Turistas portugueses ante un mapa de la ciudad de Vigo / MARTA G. BREA

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

“Menos mal que nos queda Portugal”. El emblemático disco de Siniestro Total reconvertido en refrán popular desde los años 80 es también el resumen del sector turístico vigués tras la pandemia. Y es que en 2022 el número de visitantes lusos en la ciudad ascendió a 57.523 personas, casi el triple que en el año anterior y un 50% más que en el último año previo al COVID-19.

Así lo recoge la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto nacional de Estadística, cuyos datos definitivos fueron publicados esta semana e incluyen el desglose por nacionalidades. Además de situarse por delante de A Coruña y Sanxenxo como segundo punto turístico de Galicia (910.027 pernoctaciones) gracias a su récord histórico de viajeros (458.117), Vigo ha exprimido sus dos mercados potenciales más cercanos: el español y el portugués.

Y es que el país vecino ha pasado de unos 25.000 visitantes anuales de media durante la década pasada debido a los efectos de la crisis económica a destrozar sus récords. Este desembarco se concentró durante los meses en los que estuvieron encendidas las luces de Navidad, con un 31,54% de las visitas totales en noviembre y diciembre. En este último el turismo nacional también anotó su mejor dato, con 40.058 turistas alojados.

Los estadounidenses también crecieron hasta batir las mejores marcas históricas (8.062 visitantes) y se sitúan en el segundo escalón. Le siguen italianos (6.695 viajeros) y alemanes (6.222). Los franceses (5.342) han caído de forma drástica en los últimos años al desaparecer la ruta directa con París y apenas retienen la tercera parte de visitantes que en 2006.

Sin conexiones competitivas

Según los datos mensuales de hoteles y teléfonos móviles avanzados por el INE, todo apunta a que este año se superará esa cifra. Incluso en las calles han comenzado a escucharse acentos portugueses de zonas más al sur de lo habitual.

Este crecimiento llega a pesar de las precarias conexiones al sur del Miño. El Tren Celta cuenta con dos frecuencias diarias hasta Oporto y el propio director de la Eurorregión reconoce que “no es operativo”. El panorama no mejora en el avión, ya que las presiones del alcalde de Oporto eliminaron en 2018 la ruta de TAP Portugal con Lisboa que desplazó 70.990 pasajeros en tres años, logrando los mejores datos hasta ahora. Y es que a pesar de la enorme demanda bidireccional, las conexiones entre Galicia y Lisboa y el Algarve siguen dependiendo del aeropuerto de Sá Carneiro.

Reino Unido también registra caídas respecto a la década pasada, cuando Peinador gozaba de conexiones directas a Edimburgo,Londres o incluso Dublín. Sus 3.391 visitantes son los que tienen una estancia media más larga, con 2,57 noches.