Detenido un histórico ex GRAPO tras disparar a un hombre en el parque canino de Castrelos

El parque canino de Castrelos, en Vigo, fue este jueves escenario de un amplio despliegue policial, después de que un hombre exhibiese un arma y la disparase dos veces contra otro varón, al que no llegó a herir. El autor de los disparos es Manuel B. G., según ha confirmado la Policía Nacional, un "histórico" terrorista con antecedentes policiales vinculado a la organización terrorista GRAPO y que ha estado en prisión.

El arrestado comenzó a prestar declaración en la comisaría de la Policía Nacional la mañana de este viernes. Se le imputa una tentativa de homicidio y tenencia ilícita de armas y se prevé que pase este sábado a disposición judicial. Mientras tanto, los agentes de la Policía Nacional continúan buscando el arma. Según fuentes policiales, uno de los disparos habría impactado en un árbol. Se intenta dilucidar ahora si eran de intimidación o se dirigían a la otra persona.

La Policía Local recibió la alerta a las 18.42 horas del jueves y envió varias patrullas al lugar, que se encargaron de acordonar el área. En la operación también ha colaborado la Policía Nacional, que envió varios efectivos, incluidos agentes de la Policía Científica. Según informan desde el propio cuerpo, tras recibir insultos y ver el arma, la víctima, de 28 años, tuvo que refugiarse tras un árbol, desde donde escuchó las detonaciones.

El hombre fue detenido, aunque el arma no ha sido encontrada todavía. Varios agentes de paisano y uniformados, equipados con detectores de metales y linternas, buscaron tanto el arma como los casquillos sin éxito dentro de la zona acordonada, al lado de la calle Fonte Santa.

Conocido por los vecinos

Testigos de los hechos han indicado que alrededor de las 19.00 horas escucharon un disparo. Según fuentes policiales, una discusión sobre los perros, que ya venía de días anteriores, habría sido el detonante de que Manuel sacase el arma y la accionase. Después de realizar los disparos, el hombre, de 69 años, se dirigió a un puente de madera junto a una fábrica abandonada cercana, a unos 500 metros, donde acabó siendo detenido por la Policía Local y trasladado en un coche patrulla a dependencias policiales.

Aunque al principio permaneció tranquilo, relatan los testigos, se puso a gritar cuando los agentes se llevaron a sus perros. Al arrestado lo conocen bien en Castrelos, por llevar a sus dos canes "de aspecto descuidado" con una cuerda muy larga y porque es “conflictivo". “Suele discutir con la gente; lo he visto gritar a la policía”, explicaba un residente de la zona. De hecho, la víctima de este último altercado explicaba que ya habían tenido alguna disputa porque el arrestado paseaba a sus perros sin correa.

“Esta es una zona tranquila, llama la atención este despliegue policial”, afirmaron otros vecinos, que indicaron que el parque canino suele estar bastante concurrido.