Una mezcla peligrosa en el CRAPD II

El comité de empresa de la residencia de O Meixoeiro denuncia una agresión sexual de un usuario a una trabajadora y advierte de los problemas de juntar a ancianos con personas en “emergencia social”

Residencia en la que habría ocurrido la agresión sexual

Residencia en la que habría ocurrido la agresión sexual / Ricardo Grobas

“Ella, solo iba a darle la medicación, como al resto de usuarios del CRAPD Vigo II, pero una vez que entró en la habitación no pudo salir. Él, con la fuerza física de un hombre de 45 años, la agarró, la tocó e intentó por todos los medios que no saliera de la estancia. Cuando consiguió llegar al pasillo, un compañero se dio cuenta de la cara que tenía, le preguntó qué había pasado y la acompañó a dar parte de lo sucedido a dirección”, explica Dina Porral, TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) del CRAPD de Chapela y secretaria del Comité de Empresa que aglutina a los principales sindicados de Enfermería en Pontevedra.

“La semana que viene presentaremos una denuncia ante la Fiscalía, este es uno de los pocos casos que se conocen, lamentablemente hay más que no quedan registrados. Que te toquen, te agarren o te pellizquen se toma como algo normal, pero no lo es. No es como cuando son usuarios con demencias, se trata de hombres que controlan la situación. Es la maldad unida a la fuerza, se trata de un residente de emergencia social”, sentencia Porral. “No tenemos un protocolo para eso, solo de acoso sexual, pero va dirigido a situaciones entre compañeros”.

Porral, se refiere a la condición del posible agresor como usuario que habría accedido al centro de mayores por “emergencia social”, una figura por la Xunta deriva a las residencias de ancianos a personas en situación de desamparo. “Somos conscientes de que hay que tratar a estas personas de forma digna y con personal e instalaciones específicas, donde reciban tratamiento y realicen actividades adecuadas para ellos, no con los ancianos”, aclara Porral que afirma que “en el último año 8 de cada 10 personas que entran en asistida provienen de emergencia social”.

Y es que, según señalan representantes de distintos equipos de las residencias pontevedresas “son personas con patologías psiquiátricas, necesidad de cuidados las 24 horas porque siguen un tratamiento o son dependientes”. “Hay personas mayores tomando su medicación junto a pacientes con metadona. Estas son personas jóvenes drogodependientes y algunas que vienen de centros penitenciarios, pero con problemas de psiquiatría”, cuenta Rosa María Diz, TCAE del CRAPD Vigo I desde hace 25 años.

Esta agresión a la de la auxiliar de enfermería de Vigo no sería la única. Este verano el Defensor del Paciente ya presentó una denuncia por un caso similar, pero contra una anciana. Además, tanto trabajadores como el propio Comité de Empresa de Política Social en Pontevedra denuncian otras agresiones, robos y mal ambiente en los centros más grandes, como los vigueses.

“Nosotros no hemos tenido aún esos problemas, pero en nuestro caso, las personas que provienen de emergencia social son un joven tetrapléjico y un paciente psiquiátrico que está controlado”, reconoce Raquel Fernández, TCAE de la Residencia de Maiores de Campolongo (Pontevedra).

Por su parte, desde la Consellería de Política Social señalan que “la Xunta actuó con toda celeridad en cuanto tuvo conocimiento del caso de la trabajadora del CRAPD Vigo II, que decidió no presentar denuncia ante la Guardia Civil”. Y subraya que el usuario que habría cometido la agresión “fue trasladado a otro centro residencial”.

Asimismo, recalca que “entró en régimen ordinario y no por emergencia social”. Y añade que “se está elaborando un protocolo de agresiones tal y como fue acordado con las organizaciones sindicales” y que se formará al personal de las residencias para “ayudarlos a gestionar estos casos”.