Los forenses creen que la hija de la enfermera de Vigo acusada de suministrarle opioides los recibió de terceros

Consideran que estas personas debían de "tener muy claras las dosis a aplicar" por el riesgo que entrañaba

A la menor se le detectaron "dosis mínimas" de tramadol

La madre negó el suministro del analgésico en la primera sesión del juicio

La acusada declara en el juicio

La acusada declara en el juicio / M. F.

R.V.

Los médicos forenses que tomaron muestras a la hija de la enfermera de Vigo acusada de administrar, presuntamente, tramadol y otras sustancias a la niña, se han mostrado "convencidos" de que terceras personas le dieron los fármacos a la pequeña en dosis mínimas.

En la segunda jornada de la vista que se ha celebrado en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) explicaron que cuando la niña fue explorada por pediatría en junio de 2018, punto inicial de este proceso, el entorno familiar refería que estaba "inestable y poco reactiva".

A la pequeña, que tenía entonces dos años, se le tomaron cinco muestras, todas en presencia de su madre, la primera el 30 de junio de 2018 con una recogida de orina que dio negativo (estudia la aplicación en las últimas horas) y una de pelo (más a largo plazo) que detectó tramadol.

Esa sustancia, un fármaco analgésico de tipo opioide, contraindicado en menores de 11-12 años, que puede resultar adictivo cuando su uso es prolongado, y con efectos depresores sobre el sistema nervioso central, apareció en los siguientes análisis, en abril de 2019, octubre y diciembre de ese año y diciembre de 2020.

Los estudios de las muestras por parte del Instituto Nacional de Toxicología también detectaron prometazina (antihistamínico) en un solo control y flecainida (fármaco antiarrítmico) en todos menos el primero.

Los forenses señalaron que a la niña, que llegaba "impecable a las consultas", estimaron que el tramadol se le administró en "dosis mínimas" y se mostraron "convencidos" de que lo "más compatible es la exposición por parte de terceros" que deberían "tener muy claras las dosis a aplicar" por el riesgo que entrañaba.

La defensa preguntó a los forenses por la posibilidad de que el tramadol llegara al pelo de la niña por contacto con su abuela, que tuvo recetado ese fármaco, al dormir en colecho, algo que en sus estudios no fue valorado porque no conocían esa circunstancia.

Por su parte, los peritos del Instituto Nacional de Toxicología explicaron que tendría que haber un exposición repetida en el tiempo y un contacto continuado y estrecho con el sudor de otra persona que tomara tramadol para que posteriormente las muestras de pelo de la niña dieran positivo.

María del Carmen C., la enfermera que en otro procedimiento admitió haber accedido más de 300 veces al historial de su ex y la nueva pareja de esta e indagó el de su hija, negó que suministrara opioides a la menor de edad en la primera jornada de este juicio.

La Fiscalía pide 8 años de prisión y privación de la patria potestad para la madre por un presunto delito contra la salud pública, con agravantes de parentesco y del hecho de tratarse de una menor de edad.

La acusación particular, ejercida por el padre de la menor, solicita un año más por ese mismo delito, con una tercera agravante, haberle suministrado, presuntamente, varias sustancias, y añade otro año de prisión por maltrato sin lesión en el ámbito familiar.

Como indemnización por responsabilidad civil, la acusación reclama 8.000 euros por los daños causados a la menor, en nombre del padre de la niña.

La defensa solicita la absolución de la única acusada.