El Chuvi triplica en un lustro las cirugías de obesidad y aún necesita más

Hace 200, frente a las 60 de 2017, y estima que debe llegar a 300 | Crece el problema entre la población y los tipos que se operan | Reordena recursos y pide ayuda a Pontevedra

una gastrectomia vertical a través de una única incisión en el ombligo en una paciente conobesidad severa, con la dra. Sánchez Santos, la dra. González Fernández y la dra. Jove Albores.   | //  CEDIDA

una gastrectomia vertical a través de una única incisión en el ombligo en una paciente conobesidad severa, con la dra. Sánchez Santos, la dra. González Fernández y la dra. Jove Albores. | // CEDIDA / A. Blasco

La obesidad es una enfermedad en aumento entre la población. Y el que la padece, en muchas ocasiones, también puede tener asociada una hispertensión, o problemas en las articulaciones, entre otras patologías. Operarla es una de las vías para resolverlas. Es “eficaz” a partir del grado 2 –riesgo moderado–, según explica la jefa del Servicio de Cirugía General del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), la doctora Raquel Sánchez Santos. Pero en los últimos tiempos también se ha visto útil para los de grado uno –bajo riesgo– con diabetes. Así es que hay más personas que la sufren y más tipos que se recomiendan operar, lo que se traduce en más cirugías bariátricas indicadas. Los quirófanos públicos vigueses han pasado de intervenir a 60 personas en 2017 a las “200 o más” con las que esperan cerrar el presente ejercicio. Es más del triple y aún no es suficiente para estabilizar la lista de espera.

“El beneficio de estas operaciones es muy grande porque se sabe que la operación resuelve la gran mayoría de las enfermedades asociadas”, sostiene la doctora Sánchez Santos, que entiende que, si cada vez hay más demanda, también hay que “incrementar los recursos que destina el hospital”. Y eso han hecho. Han logrado triplicar las intervenciones, pero calcula que “posiblemente” haya que alcanzar las 250 o 300 cirugías bariátricas al año, como “en otros hospitales similares al nuestro” en población de referencia.

La jefa de Cirugía General detalla que en el Chuvi han redirigido a más endocrinos a tratar obesidad y se ha formado a más cirujanos en esta subespecialidad. También han necesitado “un poco de colaboración” de otros servicios como Radiodiagnóstico y Digestivo para las pruebas preoperatorias. En estas últimas, han solicitado ayuda al Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra “para que echen una mano a la hora de hacer las endoscopias a los pacientes”. “Estamos teniendo que redirigir recursos”, señala y explica que en la lista de espera aún están arrastrando un poco el problema de la pandemia, durante la que se priorizaron los cánceres.

Foto del equipo de cirugía bariatrica del Hospital Alvaro Cunqueiro. De derecha a izda: Raquel Sánchez Santos (jefa de servicio), Sonia Gonzalez Fernandez, Linda Pardellas Rivera, Isabel Otero Martínez  (jefa de seccion), Ignacio Maruri Chimeno, Marta Lopez Otero; Patricia Jove Albores

Foto del equipo de cirugía bariatrica del Hospital Alvaro Cunqueiro. De derecha a izda: Raquel Sánchez Santos (jefa de servicio), Sonia Gonzalez Fernandez, Linda Pardellas Rivera, Isabel Otero Martínez (jefa de seccion), Ignacio Maruri Chimeno, Marta Lopez Otero; Patricia Jove Albores / FdV

Una quinta parte de estas operaciones se realizan con cirugía robótica. Podrían hacerlas todas, pero el Da Vinci es un equipo que tienen que compartir entre cinco servicios y con el que Cirugía General también opera colon, páncreas e hígado –principalmente, cáncer–. Así es que lo reservan para los “más difíciles”: “pacientes con índices de masa más grandes [han operado hasta 230 kilos], cirugías de revisión o casos en los que hay que operar más de una enfermedad a la vez, como obesidad y reflujo, o piedras en la vesícula...”. Reclama poder disponer de más robots en el Cunqueiro. “Para el área que tenemos, desde luego, nos resulta un poco escaso. Las hay como la nuestra en otras comunidades que tienen dos o tres disponibles, como el Vall d’Hebron, el Clinic de Barcelona o los hospitales de Madrid”.

En el perfil de sus pacientes predominan las mujeres porque “suelen ser más conscientes de que es una enfermedad”. Además, ven cada vez más gente joven, de entre 18 y 20 años, por el cambio de hábitos de una sociedad cada vez más sedentaria y que está dejando de lado las dietas mediterránea y atlántica por la comida ultraprocesada. Otro grupo amplio es el de las personas entre 50 y 65 años, cuando se produce un cambio en el metabolismo que puede provocar un aumento de peso considerable.

"Hay que dejar de estigmatizar a quien sufre obesidad. No es su culpa. Hay muchos factores"

Raquel Sánchez Santos

— Jefa de Cirurgía General y Aparato Digestivo del Chuvi

En una consulta de salud mental previa, un equipo multidisciplinar valora cada caso y descarta que no haya un trastorno de conducta alimentaria, que contraindicaría la operación. Tampoco podría hacerse a personas con psicopatologías que no permitan el autocuidado o con problemas de alcohol y drogas. La psicóloga clínica Cristina Prieto cuenta que lo que se encuentran más a menudo son desórdenes en los hábitos alimenticios y “personas que no tienen estrategias para enfrentarse a problemas cotidianos” y usan la comida. Trabajan con ellos mientras están en lista de espera para la operación.

La doctora Raquel Sánchez incide en que la obesidad es una enfermedad y pide dejar de estigmatizar a quien la sufre. “Hay mucha creencia general de que es culpa de la persona y eso hay que olvidarlo, hay factores genéticos, ambientales y muchas otras causas que no dependen de ella”.

Suscríbete para seguir leyendo