Un viaje a la retaguardia del Vigo antiguo

El Concello inicia las visitas guiadas a los túneles de la fortaleza de O Castro, donde se recrea el asedio inglés de 1719

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

5.000 hombres rodean Vigo. Después de tomar Coruxo y Bouzas, las tropas inglesas asedian durante cinco jornadas la fortaleza de O Castro con 3.000 bombas desde A Gamboa y O Berbés. En el interior del recinto amurallado, cuatrocientos soldados y otros tantos milicianos resisten entre fogonazos y pólvora, resguardados en unos túneles de 70 metros de longitud bajo la roca. Más de tres siglos después, la Toma de Vigo vuelve a hacerse realidad.

Desde este lunes 15 se podrá revivir en primera persona este episodio histórico, “tan importante para la ciudad como la Reconquista” según apuntan los historiadores. El Concello pone en marcha las visitas guiadas a estas galerías al finalizarse la primera fase de su musealización, que estará completa en el mes de julio. El recorrido recrea mediante luz, sonido y paneles las condiciones en las que resistieron los vigueses durante la Guerra de la Cuádruple Alianza, explicando además el desarrollo histórico de O Castro y su importancia en el crecimiento de la ciudad.

En dos meses podrá visitarse al completo con el nuevo patio de armas y polvorín

El acceso a las galerías se realiza desde la cara este de la fortaleza, justo al lado de la zona recuperada en 2020 gracias a una inversión de 835.00 euros y que permitió generar un nuevo paseo donde se encontraba el restaurante El Castillo, demolido hace una década. En esta ocasión la intervención ha tenido un coste de 1.189.294 euros y corre también a cuenta de los fondos europeos de recuperación a través del_Ministerio de Turismo. La entrada sigue la misma silueta en zig-zag original que repelía los posibles ataques con arietes. A partir de ahí el túnel se va estrechando desde un espacio de más de dos metros de altura y a no permitir el paso a más de una persona agachada. El recorrido interior –además de contar con un suelo regular y una barandilla de seguridad– está acompañado por los sonidos propios de un bombardeo naval.

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La historia de la fortaleza de O Castro es, al mismo tiempo, la del desarrollo de la ciudad y sus carencias en infraestructuras. Desde los dos primeros asentamientos castrexos y medievales se avanzó a las murallas actuales que llegaron a tener hasta tres cinturones. Si bien el último de ellos se corresponde con el actual Paseo de Rosalía de Castro, el resto mantienen su traza original. En ellos se instalarán paneles informativos “independientes entre sí” que explicarán cómo la corona decidió aumentar progresivamente las defensas al percatarse de la vulnerabilidad de la villa ante posibles ataques extranjeros.

La parte final de la visita –ya en verano– será en el patio de armas que actualmente está siendo reformado. Allí se instalarán paneles informativos sobre las “Batallas de Vigo” que narrarán los episodios bélicos vividos en la ciudad: desde la invasión portuguesa a la Reconquista contra Napoleón. Además, se incluirá una mención a la Guerra Civil al haber sido O Castro uno de los lugares de represión franquista de la ciudad, cerrando así el círculo.

Esta musealización supone recuperar los últimos vestigios del principal enclave defensivo de la ciudad durante siglos. A comienzos del siglo pasado el Ejército cedió al gobierno municipal los terrenos, pasando a ser utilizados como depósito de agua, jardines y zonas de esparcimiento. A mediados del siglo pasado. Únicamente se conservan las garitas de la muralla y los dos cañones imperiales rusos que custodian la entrada principal, creada para el acceso de los obuses que después se colocarían en los semicírculos todavía visibles. Junto a ellos ya está casi finalizada la reconstrucción del polvorín, cuyo techo se había convertido en un peligroso mirador de la ría.

Las visitas guiadas de 25 minutos de duración podrán realizarse entre el lunes 15 y el viernes 26. Las reservas para las mismas son gratuitas y basta con llamar al 010.

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