El Sergas atiende en la ciudad a 15.000 vecinos más de los censados oficialmente

¿Cuánta gente vive y desarrolla su vida normalmente en Vigo? Esta pregunta y su respuesta reaparece de manera recurrente debido a los continuos bailes de cifras entre las distintas administraciones que realizan conteos de este tipo. La cifra “oficial” que además se emplea durante las elecciones municipales es la otorgada anualmente por el Instituto Nacional de Estadística que a 1 de enero de 2022 hablaba de 292.374 habitantes en la urbe tras los efectos de la pandemia del coronavirus.

En esos dos años se perdieron 4.318 vecinos al “emigrar” la gran mayoría de ellos a otros concellos menores. Sin embargo, esta cifra se queda bastante lejos de las que son actualizadas con mayor celeridad por el Concello, que el pasado 18 de enero elevaba a 300.809 los inscritos en su padrón municipal, superando así la icónica barrera por primera vez desde el estallido del COVID-19.

Sin embargo, esta cifra vuelve a estirarse en la recogida por el Servicio Galego de Saúde: 306.616 tarjetas sanitarias asociadas al municipio.

Esta cifra supone un desajuste del 4’87% entre la población censada y la que acude a la sanidad viguesa, siendo esta una tendencia en casi todas las ciudades gallegas que alcanza en Ourense su máxima expresión, con una diferencia del 14,3%. Este fenómeno está relacionado con los miles de personas que fijan su domicilio oficial y su área sanitaria en municipios diferentes.

De hecho, la memoria anual del Sergas al cierre de 2021 eleva a 307.465 los pacientes en la atención primaria viguesa, teniendo los centros de Beiramar-Rosalía (40.895) y Coia (39.065) más pacientes que cualquier otro municipio del área sanitaria.

En el caso de las tarjetas sanitarias (TIs) y a pesar de la recuperación en el padrón municipal, la cifra permanece estabilizada en los últimos años. Si en 2019 caían hasta las 305.996 personas, en el comienzo de 2021 se recuperaban hasta los 306.904 vecinos. Estas oscilaciones pueden deberse a múltiples causas que van de lo laboral a lo académico, sumando y evitando restar al mismo tiempo.

Por una parte, aquellos que escogen el centro de salud más próximo a su centro de trabajo. Por el otro, los jóvenes que durante sus etapas universitarias en otras ciudades y debido a su escaso uso de los recursos sanitarios, evitan actualizar esta información durante esa etapa.

Aunque las cifras del Instituto Nacional de Estadística son las empleadas en procesos electorales, el resto de indicadores apuntan a que la población de la ciudad rebasa la ansiada barrera de los 300.000 habitantes.

Vigo vuelve a superar los 300.000 empadronados por primera vez tras la pandemia

Esta anomalía también se reproduce en A Coruña con los 250.000 vecinos, Ourense con los 110.000 y Santiago con los 100.000 habitantes. Al mismo tiempo también hay un desajuste entre las 2.633.346 tarjetas sanitarias registradas por el Sergas en las siete áreas sanitarias y los 2.690.464 vecinos en el Padrón para toda Galicia.

Crecen Nigrán y Tui

Fuera de los límites municipales se dan dos situaciones diferentes. Por una parte, concellos como Baiona (2.493 vecinos de diferencia a favor del INE), Tomiño (1.887), Mos (1.605) y Moaña (1.284) en los que tras el estallido de la pandemia se produjo una notable migración desde las ciudades que no se ha acabado de materializar en materia sanitaria.

En el otro aparecen concellos como Nigrán, que con un desvío de 3.393 personas crece un 18% frente a las cifras oficiales y alcanza los 21.275 vecinos. Le sigue en términos absolutos Tui, que pasa de 17.375 habitantes a 18.399.

En ambos municipios, al igual que en Oia o Salceda de Caselas, se da la circunstancia de que en los últimos ocho años se han producido mejoras o se han inaugurado nuevos centros de salud en Panxón o frente al aparcamiento municipal tudense.

Sin embargo este fenómeno no se da en Gondomar, que a pesar de contar con un nuevo centro desde 2019 ofrece el mayor desajuste con 3.885 vecinos más en el organismo estatal que en las listas del Sergas.

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