La Universidad de Vigo ya prepara su novena campaña antártica

El equipo acaba de llegar a Galicia tras cuatro semanas de intenso trabajo en isla Decepción

Jesús Souza, Jesús López, Mariano Lastra e Iván Franco, en la playa del Péndulo, en Decepción, con el  “Hespérides” al fondo.    // CEDIDA

Jesús Souza, Jesús López, Mariano Lastra e Iván Franco, en la playa del Péndulo, en Decepción, con el “Hespérides” al fondo. // CEDIDA / s. penelas

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La octava campaña antártica de la UVigo acaba de culminar con éxito y los investigadores ya empiezan a pensar en la novena. Los integrantes del equipo liderado por Mariano Lastra regresaban ayer a su rutina docente y científica en el campus tras cuatro semanas de intenso trabajo en isla Decepción. El buen tiempo les permitió llevar a cabo todos los experimentos previstos para estudiar el impacto sobre las macroalgas del cambio climático y de la radiación solar que origina el debilitamiento de la capa de ozono. Y en los próximos meses apurarán el análisis de las muestras para tenerlos listos antes de su próxima expedición al continente helado.

“En julio ya tendrá lugar la primera reunión de los investigadores principales y en septiembre-octubre será la de todo el personal involucrado en la XXXVII Campaña Antártica Española. Y también tenemos que empezar a comprar el material”, comentaba ayer Lastra.

Un león marino, en la zonadel experimento.   | // CEDIDA

Un león marino, de visita en la zona del experimento. // CEDIDA / s. penelas

En todo caso, los investigadores deberán esperar unos meses para poder trabajar con sus muestras, ya que todo el material viaja a bordo de los congeladores y las bodegas del Hespérides, que no llegará a Cartagena, su puerto base, hasta principios o mediados del próximo mes de mayo.

“Todos los experimentos realizados en las dos bases españolas de la Antártida vienen en el buque y los investigadores tenemos que ir a Cartagena para identificarlos y recogerlos. Y en cuanto los tengamos regresaremos a Vigo sin parar en un transporte refrigerado”, explica Lastra.

Souza, López y Franco, con un capitán del Ejército, en una de las zódiacs de la base de camino a un muestreo.

Souza, López y Franco, con un capitán del Ejército, en una de las zódiacs de la base de camino a un muestreo. / Cedida

El material más sensible de la expedición viguesa ocupa 22 cajas. Las muestras de agua ya fueron procesadas en isla Decepción y, en cuanto lleguen, irán directas al servicio de analítica del Cacti. “Y con las de sedimentos tardaremos un poco más porque hay que hacer las extracciones de nutrientes, nitrógeno y fósforo inorgánico”, añade.

El proyecto Radiant está financiado por el plan nacional de I+D y fue seleccionado entre las 26 propuestas de la campaña antártica española 2022/23. Los investigadores de la UVigo Mariano Lastra, Jesús Souza y Jesús López, junto con Iván Franco, de la Universidad de Cádiz, recogieron muestras de sedimentos en diez playas de la Bahía Foster, midieron el impacto de la radiación en ensayos con algas y desplegaron en la costa un experimento con campanas que simulan el efecto invernadero para estudiar el impacto del incremento de la temperatura sobre los varamientos de microalgas.

"Pudiemos hacer todo lo previsto en buenas condiciones"

“Pensábamos que el tiempo sería peor porque en la Antártida ahora está llegando el otoño, pero pudimos hacer todo lo que teníamos previsto en buenas condiciones. Solo estuvimos encerrados un día en la base y no pudimos salir a navegar alguna que otra jornada por el oleaje. Se dieron buenas circunstancias, así que estamos encantados. De hecho, el experimento en la playa lo levantamos un día de sol fantástico y, al siguiente, hubo un temporal con vientos de casi 100 km/h que seguramente lo hubiese barrido”, celebra.

Los investigadores también recogieron muestras en las playas para medir el CO2 siguiendo la propuesta de un vulcanólogo de la Universidad de Palermo con el que coincidieron en la base: “Surgió sobre la marcha. En la Antártida tienes que estar preparado para cualquier cambio en tus planes y las interacciones entre los científicos que estamos allí son muy interesantes. Él trabaja en emisiones y la idea es cuantificar cuánto CO2 procede de la descomposición de la materia orgánica y cuánto tiene un origen volcánico”.

Souza, Lastra y López, junto al cráter Lake.

Souza, Lastra y López, junto al cráter Lake. / Cedida

Los vigueses formaron parte del último grupo de científicos que abandonaron la base Gabriel de Castilla el pasado día 14 –los militares la cerraron definitivamente y arriaron la bandera el 18–. Y embarcaron en el Hespérides, que este mes celebró su 33º aniversario, para recoger a los investigadores de la Juan Carlos I, en Livingston, y poner rumbo a la isla Rey Jorge. Desde allí volaron a Punta Arenas y este martes por la tarde aterrizaban en Vigo.

Los tres investigadores vigueses, en la base rusa Bellingshausen, en la primera escala del viaje de regreso.

Los tres investigadores vigueses, en la base rusa Bellingshausen, en la primera escala del viaje de regreso. / Cedida

En su próxima expedición, que todavía debe concretar sus fechas pero para la que también han solicitado cuatro semanas de trabajo en la base, volverán a muestrear diez playas de la bahía interna de isla Decepción y realizarán otro tipo de experimentos. En uno de ellos utilizarán organismos vivos antárticos que alimentarán con algas tratadas con radiación y variando la temperatura del agua. “Y en otro someteremos las algas a distintas radiaciones, filtrando selectivamente la radiación ultravioleta A y B”, avanza Lastra.

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