Fallece el genetista Francisco Ayala, sexto “honoris causa” de la Universidad de Vigo

Murió a los 88 años en California, en donde era catedrático hasta que se vio obligado a dimitir

Acto de investidura de Ayala como “honoris causa de la UVigo en 1996.   | // CAMESELLE

Acto de investidura de Ayala como “honoris causa de la UVigo en 1996. | // CAMESELLE / Redacción

Redacción

El genetista español Francisco Ayala, sexto doctor honoris causa de la Universidad de Vigo, falleció este fin de semana, a los 88 años, en California, Estados Unidos, país al que se trasladó en 1961 y donde desarrolló la mayor parte de su carrera como representante del llamado neodarwinismo.

Nacido en Madrid en 1934, se formó en la Universidad de Salamanca y se ordenó sacerdote dominico en 1960 –luego colgaría los hábitos–, para trasladarse un año después a Estados Unidos, donde se doctoró en genética por la Universidad de Columbia. Se incorporó luego como docente a las de Rockefeller y la de California Irving. En esta última fue obligado a dimitir en 2018, después de que una exhaustiva investigación interna confirmara la veracidad de las denuncias por acoso sexual que presentaron cuatro compañeras.

Francisco Ayala fue investido doctor honoris causa de la Universidad de Vigo el 20 de junio de 1996, acto en el que ofreció la conferencia “El futuro de la Humanidad: ¿ocaso biológico u ocaso moral?”. En el mes de abril de ese año protagonizaba una sesión de Club FARO, en el que habló del reloj molecular –el mecanismo biológico que permite comprobar lo alejadas que están dos especies–, cuyas contribuciones han sido claves para entenderlo.

A Vigo llegaba ya con la nacionalidad estadounidense –desde 1971–, como presidente de la Asociación Americana de las Ciencias –de la que también le expulsaron en 2021– y miembro del Comité de Asesores de Ciencia y Tecnología del ex presidente de EEUU, Bill Clinton.

“Se convirtió en uno de los biólogos evolutivos mas importantes del mundo, proporcionando una prueba viviente de que la creencia en Dios no requería que uno abandonara la evolución darwiniana”, dijo sobre él el científico Lawrence Krauss.