Reguero de casos de escarlatina en niños en el área de Vigo provocados por el estreptococo A

Pediatras de centros de salud del área están sorprendidos por el volumen de pequeños con esta enfermedad, que produce erupciones en la piel | Recomiendan no acudir a clase hasta que hagan efecto los antibióticos

Una enfermera pone la vacuna de la gripe a un niño.

Una enfermera pone la vacuna de la gripe a un niño. / Carlos Ponce

Tras la tormenta producida desde noviembre hasta las dos primeras semanas de enero aproximadamente por los virus respiratorios, en los centros de salud del área sanitaria de Vigo están notando una cierta remisión de este tipo de patologías. Al menos en los niños. Aunque hay todavía un considerable volumen de casos de bronquiolitis y gripe en pequeños, el abanico de patologías empieza a abrirse un poco más.

Y en los últimos días los pediatras de Atención Primaria están sorprendidos por la cantidad de niños que están llegando con una enfermedad que en otros años ven a cuentagotas y que ahora están atendiendo de forma más que habitual. Se trata de la escarlatina, una infección producida por la bacteria estreptococo A, concretamente por una toxina que produce el germen de la misma.

La principal característica de esta patología es la sintomatología que produce en el niño: visibles erupciones cutáneas que afectan al tórax, al cuello, a la cara, a las piernas o a los brazos, normalmente en forma de sarpullido de color rojo, y acompañado de inflamación de la garganta. Ayer a media mañana, Juan Lastres, pediatra del centro de salud de Chapela, llevaba ya vistos varios casos. “Sí que es sorprendente, otros años no había una incidencia de este tipo. Se debe a la ola de estreptococo que estamos viviendo”, explica este facultativo.

No obstante, los casos se están solucionando en Atención Primaria, es decir, no se complican ni requieren derivación al hospital. A los niños se les receta un antibiótico (que debe administrarse durante un período de diez días), generalmente penicilina, que acaba haciendo efecto. Los protocolos, ante la escarlatina, recomiendan que los pequeños no vayan a clase al menos hasta 24 horas después de la toma del antibiótico, pero los pediatras de Vigo que están consultando casos de esta enfermedad estos días recomiendan esperar a que el medicamento empiece a hacer efecto y remiten los síntomas para que los pequeños vayan a la guardería, ya que hay que recordar que es una patología infecciosa.

El Ministerio de Sanidad pidió recientemente a las comunidades autónomas que extremasen el control sobre los casos de estreptococo A en niños tras la alerta sanitaria activada en el Reino Unido con la muerte de trece menores por esta infección y dos fallecimientos también en Madrid. Los pediatras vigueses han recogido el guante y están reforzando la vigilancia en su atención diaria a niños por la posible aparición de enfermedades causadas por esta bacteria, La mayoría son niños que llegan a la consulta con inflamación de garganta muy característica. Ante la mínima sospecha de que puede tratarse de una infección causada por el estreptococo, en el centro de salud se le realiza un test de antígenos, similar al que se utiliza para detectar el COVID, para determinar si está infectado con esa bacteria.

“El tratamiento en estos casos es antibiótico, normalmente penicilina o amoxicilina, y suele funcionar bien”, explica Lastres. Pero los pediatras explican que hay que seguir de cerca a los niños que dieron positivo en estreptococo A, el más habitual, porque puede provocar abscesos retrofaríngeos (una acumulación de pus en los tejidos de la parte posterior de la garganta) que pueden ser potencialmente mortal en los casos más graves, o complicaciones tardías que aparecen varias semanas después, como fiebre reumática.

La escarlatina es una de las enfermedades derivadas del estreptococo A y es característica de la primera infancia, para la que no existe vacunación y que representa el 30% de las faringo-amigdalitis, lo que la convierte en una infección bastante frecuente. Es más común en la edad escolar, entre los 3 y los 6 años, pero se puede ver en los niños hasta los 10 años. Cada cierto tiempo se producen brotes en guarderías y colegios de la enfermedad, por lo que con los casos que se están registrando en el área sanitaria de Vigo los pediatras estarán especialmente atentos.

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