O Galiñeiro ya suma 6 sumideros de CO2

Tres años después de abrir el primero del área, la comunidad de montes trabaja ya en el séptimo | Pueden absorber 4.204 toneladas de carbono y esperan alcanzar las 20.000

El Monte Galiñeiro, rodeado de arbolado y ganado salvaje.

El Monte Galiñeiro, rodeado de arbolado y ganado salvaje. / Marta G. Brea

El Monte Galiñeiro se ha convertido en el mayor depósito de carbono de la provincia de Pontevedra. La comunidad de montes de Vincios, encargada de la gestión de la cumbre que une Vigo con Gondomar, ha logrado que el Ministerio de Transición Ecológica autorizase seis sumideros de CO2 en su territorio y tramita ya el séptimo. Ofrecer a las empresas la posibilidad de compensar sus emisiones a la atmósfera se ha incorporado a la cartera de servicios que el desastre incendiario de 2017 les obligó a renovar.

La venta de madera dejó de ser su principal fuente de ingresos entonces y apostaron por el proyecto Vincios Verde, donde se enmarcan plantaciones de frondosas para ganar terreno al eucalipto, rutas de senderismo, cultivos de castañas o nueces para la comercialización... Y los sumideros de CO2, depósitos, naturales en este caso, que absorben y capturan el dióxido de carbono de la atmósfera reduciendo así su concentración en el aire. El Gobierno los registra como medida para luchar contra el cambio climático y recomienda a las empresas compensar sus emisiones a través de ellos. Es una forma de borrar parte de la huella de carbono que les aporta prestigio e incluso puntos a la hora de conseguir contratos públicos y que se paga con aportaciones económicas o colaboración social.

Los comuneros de Vincios son pioneros en esta cuestión. Hace cuatro años que crearon su primer sumidero, el primero del área de Vigo y el primero de Galicia con árboles frondosos. En 2019 solo existían en la comunidad dos: un pinar y un eucaliptal. Ahora son ya decenas los depósitos gallegos en la lista del Ministerio y el monte gondomareño es el que más concentra de la provincia de Pontevedra.

Los sumideros de O Galiñeiro se nutren de plantaciones realizadas en su mayoría para reforestar el terreno quemado. Albergan en su mayoría especies autóctonas, aunque también una pequeña parte de pinos y eucaliptos. Están en el Bosque dos Nenos (8,41 hectáreas), Auga da Laxe (6,8 ha), Piñeiro dos Pereirales (15,46 ha), O Souto dos Foros da Raís (3,77 ha), Santa Lucía (1,99) y O Caldeirón (18,89). Un total de 55,32 hectáreas de superficie forestal que pueden absorber un total de 4.204 toneladas de dióxido de carbono en el plazo de “entre 20 e 30 anos”, explica José Taboada, coordinador de la sociedad mancomunada. Es solo el 20% de lo que pretenden capturar de la atmósfera, un total de 20.000 toneladas, indica. A modo de ejemplo, las luces LED navideñas de la ciudad olívica emiten más de mil toneladas cada Navidad. “En 30 anos O Galiñeiro poderá absorber 20 anos de alumeado de Nadal de Vigo”, señala.

Para ampliar la oferta tramitan ya su séptimo sumidero ante el departamento estatal y piensan ya en más espacios a incluir en el registro oficial. Los beneficios económicos son una incógnita porque dependerán de muchos factores. Por el momento son tres pequeñas empresas las que compraron ya CO2 del Monte Galiñeiro. “Esperamos que sexa un complemento para manter todas esas plantacións. Dependendo da especie, poderíanse ingresar entre 200 e 500 euros por hectárea”. En el caso de comercializar la totalidad de toneladas disponibles, los ingresos podrían rondar los 20.000 euros al año. 

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