El embarque de 16.000 coches durante las navidades alivia el 'stock' de vehículos Stellantis

Los depósitos alternativos habilitados por la saturación de la terminal Ro-Ro y la campa de Porriño se vacían pero los problemas continúan

El antiguo muelle de granito de Rande, ya vacío de coches de Stellantis.

El antiguo muelle de granito de Rande, ya vacío de coches de Stellantis. / Ricardo Grobas

José Carneiro

José Carneiro

Alivio temporal al stock de vehículos de la planta de Vigo del Grupo Stellantis. El embarque de 16.000 coches a bordo de dieciéis buques durante las navidades, coincidiendo con la parada por vacaciones de Balaídos, ha ayudado a aligerar el volumen de automóviles con su exportación bloqueada por falta de buques y conductores de camiones portacoches, una situación que llegó a mantener en espera de embarque más de 35.000 vehículos del fabricante europeo. De hecho, los cuatro depósitos creados por la necesidad de espacio para almacenamiento en Porriño, Salvaterra y Redondela están prácticamente vacíos.

Desde que empezó esta crisis logística, la empresa había recurrido a la Plisan y a otro terreno en Salvaterra, a una parcela en O Cerquido, a otras dos explanadas en As Gándaras, una de Zona Franca (la que acogerá la futura plataforma logística de la automoción) y otra más reciente a lado de la nueva nave de Comevisa, donde antes estaba Prefabricados Castelo, y a la antigua terminal de granito de Rande (durante décadas explotada por la empresa David Fernández Grande, una concesión hoy recuperada por la Autoridad Portuaria).

El origen del colapso, como el desabastecimiento de semiconductores, está en la pandemia (por la paralización de la producción de coches) y en la falta de mano de obra en el sector de la logística, en especial la escasez de camioneros. En Europa, el año pasado, había 425.000 puestos de conductor sin cubrir, el 10% del total, y este año ese porcentaje podría elevarse hasta el 14%. Esa tensión en la cadena logística se transmite a los puertos, a las navieras y, finalmente, a las fábricas de vehículos, y los analistas del sector dan por hecho que estas dificultades tardarán meses en superarse. No es un problema coyuntural, sino estructural del sector, por lo que el embarque de 16.334 coches en plena Navidad (desde el 22 de diciembre al 3 de enero) no deja de ser un alivio temporal.

Fuentes consultadas por este periódico aseguran que ya esta semana habrá un pico de actividad en la terminal Ro-Ro, con algo más de 20.000 coches de capacidad. En el peor momento de la crisis, Stellantis llegó a tener en espera de embarque más de 35.000 coches. La empresa siempre habla de “una confluencia de factores”, entre los que destaca “la congestión en los puertos y las alteraciones que se están produciendo en los flujos marítimos”. Otras fuentes apuntan al cambio de proveedor logístico por parte de Stellantis: Gefco ha pasado a tener un papel menor en las operaciones portuarias, en favor de CAT, aunque sigue gestionando los portacoches que trasladan los vehículos de fábrica y la campa de Porriño. Y sobre todo a una cuestión de precio y demanda: las navieras están dando prioridad a los clientes que mejor paguen, y la dura política de ajuste de costes implementada desde la llegada de Carlos Tavares a la antigua PSA en 2013 juega en su contra.

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