Volvió la tradicional Marcha Aspanaex en apoyo a la Asociación en favor de personas con discapacidad intelectual de la provincia de Pontevedra. Lo hizo tras dos ediciones en stand-by –se celebró de forma virtual en los años 2020 y 2021– y con unos 1.600 asistentes, algo menos de lo habitual, pero una cifra más que suficiente para que la organización finalizase la 39.ª cita “muy satisfecha”. Logró un beneficio de 3.000 euros, cantidad que utilizará principalmente para financiar actividades, y, “lo más importante”, visibilizó su objetivo: fomentar la inclusión social del colectivo al que representa.

Fueron 6 kilómetros de recorrido por las calles de la ciudad. Los participantes de este evento solidario, lúdico y saludable, que tiñeron de verde la urbe con globos en la mano, comenzaron la ruta sobre las 10.30 horas en el parque de Castrelos y terminaron más allá de las 14.00 horas en este mismo lugar. Pasaron por la avenida de Castrelos, la Praza de América, la avenida de Castelao, las calles Porriño, Padre Seixas y Pablo Iglesias, y las avenidas de Balaídos y Castrelos. Para portar un dorsal en la marea verde, abonaron 5 euros –los menores de 10 años y las personas con discapacidad, 3 euros–. Para quien no le fue posible asistir, existió la opción de formar parte de la marcha adquiriendo un número por 5 euros.

Entre los asistentes a la trigésima novena edición de la Marcha Aspanaex, estaban el alcalde, Abel Caballero, que se dirigió a los participantes en el parque de Castrelos acompañado por la concejala de Benestar Social, Yolanda Aguiar; la delegada de la Xunta en Vigo, Marta Fernández-Tapias; el director xeral de Persoas con discapacidade, Fernando Abeijón; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices; o el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros.

Aspanaex, que agradeció el apoyo de los patrocinadores en su gran cita por las calles de la ciudad, pudo recuperar la caminata solidaria de manera presencial con el permiso del COVID. En 2020 y 2021, ante la imposibilidad de reunir a la multitud de personas que se suele dar cita en el evento, la Asociación en favor de personas con discapacidad intelectual de la provincia de Pontevedra se decantó por organizar un recorrido virtual: los participantes pagaron 5 euros y recibieron un correo electrónico con su dorsal personalizado. En una aplicación móvil, registraron los kilómetros que realizaron por su cuenta en sus localidades, ya fuese caminando, corriendo o en bici.

Uno de los objetivos con los que se desarrollan las marchas solidarias de Aspanaex es recaudar dinero para costear su residencia, ya visible en la calle Porriño tras la reforma del centro de especialidades de Coia, cedido en febrero de 2017 por la Tesorería General de la Seguridad Social. Para acabar la construcción y ponerla en marcha, necesita unos 2,5 millones de euros. Tiene entre ceja y ceja inaugurarla el próximo año, coincidiendo con el 60 aniversario de la entidad. Esperan que la Xunta arrime el hombro con dinero procedente de Europa. También aceptan donaciones.

La residencia de Aspanaex contará con 58 plazas –vivirán 34 personas con más necesidades de apoyo y 14 con mayor grado de autonomía–. La infraestructura contará con los servicios transversales necesarios los 365 días del año, como gimnasio o centro de día, y se distribuirá en semisótano, planta baja, primera y segunda planta.

Una vez abierta, pondrá fin a un problema expuesto ciento y una veces por la asociación: que personas con discapacidad intelectual que no pueden residir en su domicilio tengan que mudarse a otras provincias para ser atendidas como se merecen, un paso doloroso para las propias afectadas y sus familiares, que, desde hace años, demandan una residencia para dar respuesta a una inquietud de futuro: quieren que estén lo mejor posible cuando su gente más próxima no esté o sus fuerzas se vean mermadas.