sagrario bustabad reyes nnficha personal | Presidenta de la Sociedad Española de Reumatología

“La mitad de las incapacidades totales son por enfermedades reumáticas”

Más de 300 especialistas se reúnen hoy y mañana en el auditorio Mar de Vigo en el XII Simposio de Artritis Reumatoide, el primero cien por cien presencial tras la pandemia

La doctora Sagrario Bustabad 
Reyes.

La doctora Sagrario Bustabad Reyes. / A. Blasco

Más de 300 especialistas en Reumatología de toda España se reúnen hoy y mañana en el auditorio Mar de Vigo para recuperar de forma cien por cien presencial su Simposio de Artritis Reumatoide. La presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER) destaca que se presenta “un programa muy atractivo” que aborda desde las comorbilidades a las novedades terapéuticas, que están revolucionando el pronóstico en la última década. Hace hincapié también en un problema: hay déficit de reumatólogos y son mayores. Si no se garantiza el relevo generacional, se complicará el diagnóstico precoz.

–La SER calcula que padecen artritis reumatoide 200.000 personas en España. Eso es una de cada 235. Una ratio alta.

–Es una ratio bastante elevada y solo de artritis reumatoide, porque una de cada cuatro personas tienen alguna enfermedad reumática. También es llamativo que se diagnostican unos 20.000 casos nuevos al año.

–¿Por qué le dedican un simposio especial a la artritis reumatoide, dentro de toda la patología reumática? ¿Es la es la más frecuente?

–Le dedicamos un simposio porque es de las que encontramos más en consulta y la que tenemos que hacer un diagnóstico precoz porque es una de las que fundamentalmente es más incapacitante.

– ¿Por qué es de las más incapacitantes? ¿Qué provoca?

–Principalmente, afecta a las articulaciones, aunque puede hacerlo a cualquier órgano: pulmón, riñón... Si no hacemos un diagnóstico precoz, cuando vayamos a tratar ya habrá producido destrucción de las articulaciones y, por lo tanto, incapacidades. Gracias a que ahora tenemos una buena comunicación con Atención Primaria, que nos deriva a los pacientes, el diagnóstico se hace precoz y con los nuevos tratamientos la mayoría consiguen controlar la enfermedad y mantener una calidad de vida. Lo importante es la calidad de vida porque son pacientes que tienen una clínica de dolor bastante importante, de incapacidad, de inflamación, de rigidez de las articulaciones, de astenia...

–¿Hasta el punto de no poder seguir trabajando?

–Hasta el punto de no seguir trabajando y además se da más entre los 40 y 50 años.

–¿Ese es el perfil principal?

– Aunque lo podemos encontrar desde niños, después de un año, y hasta etapas mucho más adultas, donde es más prevalente es entre los 40 y los 50 años, cuando la vida laboral de un individuo está todavía muy activa. Se considera que el 50% de las incapacidades totales son por enfermedades reumáticas –no solo artritis reumatoide–. No solo afecta desde el punto de vista emocional al individuo y a su entorno, sino también desde el laboral.

–Y al sistema, ¿no?

–-Claro. Verdaderamente, son personas que hacen un esfuerzo por seguir trabajando. No dicen a la primera “cojo una incapacidad”. La gran mayoría son luchadoras y quieren seguir trabajando, pero muchas veces que no pueden .

–¿Qué es lo que provoca la artritis reumatoide?

–Exactamente, no se sabe la causa. Hay factores que parecen predisponentes y uno es el tabaco. Luego hay otros desde el punto de vista genético, vírico… Es multifactorial. Es una enfermedad crónica; el que la tiene es ya de por vida. Pero con los tratamientos que tenemos ahora, si se diagnostica precoz, pueden estar muy bien controladas e incluso pueden llegar a tener una remisión clínica.

–¿Son muy recientes estos nuevos tratamientos?

–Los primeros empezaron a salir sobre el 2000 o el 2001. La verdad es que ha cambiado la vida de los pacientes con artritis reumatoide y nosotros lo vemos. Nos llena de satisfacción el hecho de poder ver cómo antes no podíamos controlar la enfermedad y con estos fármacos no se producen esas destrucciones articulares, ni esas desviaciones de las manos que antes eran tan características. Cada vez salen más tratamientos y diferentes para intentar conseguir una medicina más personalizada. Desde el punto de vista económico, para el sistema, son medicamentos que son caros.

–Son agresivos?

–Igual pueden provocar algo más de infecciones, pero en general son bastante bien tolerados y los efectos secundarios no son graves.

– Aludía al coste que tienen. ¿Hay problemas con el sistema público para poder incorporar nuevas terapias?

–El problema es que depende de la comunidad autónoma. No hay una equidad en cuanto a qué tratamiento se pueden poner en un sitio o en otro; o a lo mejor obligan a poner unos primero… Hay un poco de falta de equidad en cuanto a la indicación de ciertos métodos, pero el sistema sanitario español sínos da los fármacos que verdaderamente necesitamos.

–¿Cuáles son esos primeros síntomas a los que hay que estar atentos para poder llegar a un diagnóstico precoz?

–El principal es un dolor articular que produce rigidez. Suele ser por las mañanas y dura aproximadamente una hora. No es la típica de una persona mayor , de que cuando se levanta y hasta que da unos cuantos pasos está rígido. Y también inflamación. Quien tenga dolor con inflamación y una rigidez de más de una hora de duración debería de consultar con su médico de Primaria, que seguro que lo deriva al reumatólogo. Tampoco hay equidad en el número de reumatólogos por comunidades. No hay suficientes. En un estudio de antes de la pandemia se vio que la tasa de estos especialistas en España es de 2,17 por cien mil habitantes, por debajo de lo recomendado por la OMS, que está cerca de tres. En Galicia es un poco más alta que la media nacional, es de 2,4, pero aún un poco baja. Otro hándicap es que la media de edad de los profesionales en ejercicio es superior a los 50-55 años. Preocupa el relevo generacional. Si no aumenta el número de especialistas por vía MIR, tendremos problemas más adelante.

–Y esto se traduce en más listas de espera , ¿no?

–Efectivamente. Cuantos menos reumatólogos tengamos, menos posibilidades de tener precozmente se diagnóstico que tanta falta nos hace para conseguir que no se produzcan destrucciones articulares y poner el tratamiento lo más rápido posible.

–¿Cómo ha afectado el COVID a la a los pacientes de artritis reumatoide?

–No hemos visto una gran diferencia con respecto a la población en general. Como muchas veces son pacientes que están inmunosuprimidos, pensábamos que podría haber problemas, pero salvo algún tratamiento muy en concreto, el resto no ha habido ningún problema. Cuando se han infectado ha sido como en cualquier otra de persona.

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