Picaduras de faneca, insecto o erizo, heridas, esguinces, golpes, luxaciones, fracturas, quemaduras o lipotimias. Han sido alguno de los motivos que han obligado a los socorristas de las playas de la ciudad con bandera azul –Rodas, Fortiñón, Canido, O Vao, Fontaíña, Samil, Argazada, Tombo do Gato, Santa Baia, Carril y A Punta– a actuar este verano. En total, desde el 15 de julio al pasado 31 de agosto, sumaron 3.228 intervenciones: una media de más de 40 al día. La cifra supera la de los dos años anteriores –2.157 en 2021 y 1.947 en 2020, más marcados por las restricciones de la pandemia del COVID–, pero está por debajo de los guarismos de 2019 –3.858– y 2018 –4.329–.
El balance ofrecido por el Concello de Vigo, que dedicó este año casi 620.000 euros al socorrismo, 31.000 más que el anterior por haber incluido en sus planes estivales el nuevo arenal con bandera azul, Santa Baia, con dos socorristas y un ayudante de primeros auxilios. Un centenar de personas componen el escudo de seguridad en las playas de la ciudad, que estarán protegidos por socorristas hasta el próximo 15 de septiembre, aunque, a tenor de la meteorología, puede que la mayor carga de trabajo ya se haya repartido en los meses de julio y agosto, en los que el litoral vigués cobró protagonismo con la llegada de turistas en busca de sol y mar para refrescarse.
Por el número de intervenciones, destacaron las heridas: los servicios de socorrismo atendieron 1.063, más que en 2021 –783– y 2020 –715–, pero menos que en 2019 –1.366– y 2018 –1.540–. En el grupo de otras atenciones sanitarias leves, la cifra asciende a 369. Cobraron protagonismo, un año más, las picaduras de faneca, insecto y erizo: 934, más del doble que en 2021 –433– y más que en 2020, 2019 y 2018. En total, se registraron 96 intervenciones para abordar contusiones y 50 para tratar esguinces y luxaciones. Y, un clásico de los veranos, las quemaduras: hubo 27 hasta finales de agosto, más que en 2021 –17– y 2020 –7–, pero no tantas como en 2019 –47– y 2018 –48–.
También se realizaron rescates acuáticos, 4 en total, y se atendieron solo 2 insolaciones o golpes de calor, muchas menos que en 2021 –12–, fracturas –6–, lipotimias o pérdidas de consciencia –22– y una obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños. Afortunadamente, a diferencia de años anteriores, no se han registrado paradas cardíacas ni lesiones medulares. En total, hubo 36 evacuaciones en ambulancia a centros sanitarios y siete al puesto central de Samil.
El informe del Concello también recoge las acciones preventivas de las embarcaciones de Protección Civil. Fueron 456, cifra superior a la suma de las correspondientes de 2020 y 2019 y también a las de 2019 y 2018. Otro apartado que muestra es el de menores extraviados. Se perdieron 46 pequeños, bastantes menos que en 2019 –72– y 2018 –88–, pero más que en 2021 –34– y 2020 –30–. En adultos, el guarismo cae a 6 en 2022. En las Cíes, hubo dos evacuaciones en la embarcación de Salvamento Marítimo y fue necesaria la intervención del helicóptero medicalizado del 061 en tres ocasiones.
En materia de accesibilidad, los efectivos del Concello prestaron servicio en 554 baños adaptados a personas con movilidad reducida y colaboraron en el acceso a la playa en 585 ocasiones. Se cedieron las muletas anfibias 143 veces. En los tres casos, las cifras son las más altas de los últimos cinco años.
