Jazz, lírica, ritmo y experimentación: los universos de Rábade y Sobral
La terraza del Mar de Vigo acogió uno de los mejores conciertos del verano al margen del circuito comercial
![Sobral y Rábade, en pleno concierto.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/abe4d9d3-ce80-4ad7-abb8-2e5e03abfd52_21-9-aspect-ratio_default_1164821.jpg)
Sobral y Rábade, en pleno concierto. / JOSÉ LORES
Hay armonías que envuelven y melodías que disparan a lo más hondo de la sensibilidad. A ese espacio muchas veces inexplorado al que solo algunos artistas llegan. En esos huecos, Abe Rábade y Salvador Sobral se miran. Allí todo puede pasar. Ellos lo saben y dejan que acontezca. Y vaya si aconteció. Desde la terraza del Auditorio Mar de Vigo, el Sol comenzaba arder en la línea del horizonte que une el perfil de las Illas Cíes y O Morrazo, pero ni siquiera esa imagen impresionista distraía las miradas en un concierto abarrotado. Era un elemento armónico más. Como los acordes sofisticados del piano de Rábade o los intervalos conmovedores de la voz de Sobral.
En uno de los mejores conciertos del TerraCeo de este año hubo ritmos cubanos, música tradicional y hasta composiciones inspiradas en lo mejor de la poesía gallega de Celso Emilio Ferreiro. Cando as cousas buscaban os seus nomes, eu xa te buscaba, cantó Sobral llegando a lo más profundo de su colorido registro. Esa tesitura de cantante genuino brilló en el cielo ya oscuro y despejado de una noche de verano que también asistió a los solos de piano de uno de los mejores músicos gallegos de la historia. No es ninguna novedad decir que Abe Rábade ha marcado un antes y un después en la música do país con centenares de composiciones jazzísticas, experimentales, tradicionales y clásicas. Tampoco que es maestro y referente de toda una hornada de artistas gallegos contemporáneos que llevan asistiendo durante años a sus clases. No es ninguna novedad, pero en esta industria gaseosa, como él mismo dice, no está de más recordarlo y colocarlo en el justo lugar que merece. Para que, cuando esas las luces coloridas se apaguen, lo que prevalezca sea el arte.
![El público asistente a la cita.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/e8f34463-8823-4a45-a278-62dc4a88aaaf_alta-libre-aspect-ratio_default_0.jpg)
El público asistente a la cita. / JOSÉ LORES
Rábade y Sobral también rompieron estereotipos desde que arrancaron el concierto con su primera pieza. Quien no los había escuchado juntos podría pensar que qué hacen juntos un ganador de Eurovisión y una referencia del jazz. Pero eso son solo prejuicios. Aunque sea conocido internacionalmente por su actuación en el popular concurso europeo, la formación musical de Sobral es sólida y, como la de Rábade, tiene sus raíces en el jazz. El primero en el Taller de Músics y el segundo en Berklee. Nada menos. Por eso conectan. Por eso entienden la música desde posiciones comunes. Por eso buscan reinterpretar y mirar a la espontaneidad a los ojos. Por eso consiguen que, como el de ayer, cada concierto suyo sea único.
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