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La historia de San Roque, el patrón que no fue

El "santo milagreiro" considerado erróneamente como patrón de Vigo lleva décadas levantando fervor entre los devotos

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San Roque, la romería urbana de mayor tradición en Vigo

Como cada 16 de agosto, Vigo rinde homenaje todos los años al conocido como "santo milagreiro", el que todo lo cura, según aseguran los devotos. En estas fechas, miles de vigueses y viguesas se preparan para la que para muchos es la festividad más importante de la ciudad. Y es que San Roque, considerado erróneamente en el imaginario colectivo como patrón de Vigo - en realidad este honor le corresponde a la Virgen de la Asunción- goza de un reconocimiento envidiable. Bien por motivos religiosos o por disfrutar de la verbena y la gastronomía, el pazo de San Roque lleva décadas levantando fervor entre los devotos, que se desplazan hasta el este emblemático lugar entre el 15 y el 18 de agosto. Pero, ¿cómo de conocida es la historia detrás del santo al que acompaña un perro y de la finca que lleva su nombre?

El "santo milagreiro"

Dice la leyenda que San Roque llegó a Vigo en 1598, cuando la ciudad se convirtió en la puerta de entrada de la peste, por tercera vez en pocos años. El escritor e historiador vigués José de Santiago y Gómez recogió en su libro "Historia de Vigo y su comarca" la virulencia de la epidemia en una ciudad que aún se recuperaba de la muerte de más de 2.000 personas. Con una población marinera hambrienta y languidecida, la epidemia se expandió sin remedio. Sin embargo, según recoge la leyenda, la llegada del Santo con su fiel compañero canino provocó que la peste, que él mismo llegó a padecer, se desvaneciera y, como consecuencia, que la ciudad se recuperara poco a poco. Dejando al margen la fábula, la figura del santo esconde un negro pasaje de la historia de Vigo.

Han pasado los años y, en la actualidad, la tradición manda que los enfermos lleven a San Roque una reproducción en cera de la parte del cuerpo en la que se sufre una dolencia, ya que este la curará. Si bien casi es más popular su perro, "Melampo". Recoge el mito que este peculiar cánido fue el que alimentaba a San Roque con bollos de pan cuando sufrió la peste en Italia, tras contraerla al curar a los enfermos. Melampo es tan célebre que hasta goza de chascarrillo popular por su falta de cola, con el tradicional trabalenguas: "El perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado".

Romería, música y gastronomía

La devoción que "el santo milagreiro" despierta entre la población viguesa se traduce en la multitudinaria romería que cada año recorre los jardines del pazo y las calles aledañas, con cientos de beatos que llevan sus exvotos, velas y pañuelos.

El médico Nicolás Taboada y Leal, primer cronista oficial de la ciudad de Vigo, ya destacaba en torno a 1840 en su "Descripción topográfico-histórica de la ciudad de Vigo, su ría y alrededores" que la romería de San Roque era una de "las más famosas y de más nombradía". En sus crónicas, el historiador alude a la "abundancia de frutas, sandías, melones, ostras, tamboriles, gaitas, danzas y la algarada y el bullicio", porque no todo se cierne al fervor religioso, sino que la fiesta se disputa entre la romería, la música y la gastronomía.

Miles de devotos depositaron sus ofrendas ante San Roque en el año 1982. MAGAR

El Pazo más antiguo de la ciudad

"El curandero" San Roque está irremediablemente ligado al pazo que lleva su mismo nombre y lugar donde se celebra cada año la fiesta en su honor. El Pazo de San Roque, es uno de los más antiguos y mejor conservados en el término municipal y esconde tras sus murallas una longeva historia desconocida por muchos.

Centenares de vigueses cruzan cada 16 de agosto su portón de entrada flanqueado por los blasones tallados en piedra de las principales familias que en él habitaron. Así, la historia de la finca se remonta a un origen atípico, pues la primera construcción fue la ermita en el siglo XVII y no el pazo. Fue precisamente en ese mismo siglo cuando la familia Méndez de Sotomayor levantó el pazo que sirvió como alojamiento de la nobleza y la alta aristocracia local. El último en morar en la también conocida como "casa solariega de O Couto" fue el conde de Villar de Fuentes hasta el año 1925.

Fieles durante la procesión de San Roque en el año 1987. MAGAR

El elemento distintivo del conjunto arquitectónico es, posiblemente, el arco puente que une el palomar con la tribuna de la capilla. La mayoría de los vigueses identifican al pazo con esta peculiar característica que tiene como único fin reservar a los señores de la casa el mejor sitio de la capilla.

En concreto, la construcción cuenta con dos plantas (semisótano y planta baja) con una superficie total de 640 metros cuadrados. En el semisótano se encuentran un vestíbulo, unos aseos, un almacén, una cocina y un salón-comedor, mientras que la planta baja dispone de otro vestíbulo, un área de recepción, unos aseos, un guardarropa, un despacho, una sala de juntas y dos salas de conferencias.

En el año 2001, la antigua Caixanova fue la responsable de ocuparse de la restauración y puesta en valor de toda la finca, y desde aquella los vigueses pueden disfrutar del inmenso y variado jardín con más de 25 especies vegetales. El parque urbano, con más de 17.000 metros cuadrados, alberga importantes muestras del patrimonio artístico y cultural de Galicia junto con el palomar y la capilla de San Roque, conformando un conjunto único y un marco incomparable para dar lugar a eventos que requieren grandes instalaciones y ambiente distinguido.

Programación cultural y religiosa

Tras haber disfrutado ya en la jornada de ayer del ambiente festivo en la calle Filipinas y el parque del barrio, la programación cultural y religiosa continuará durante la jornada de hoy con una oferta para todos los públicos: conciertos de bandas como Los EP, Los Henderson, San Rockers, Bafana Bafana, MITIC o Black Stereo; batallas de gallos; talleres de magia e ilusionismo; pandereteiras; gaiteiros y actuaciones da bandas de música tradicional, por una parte, y por otra, tendrá lugar una misa tradicional y una misa cantada por la Coral Riomao do Calvario.

Como principal novedad en esta edición de la romería, destacó este año el hecho de que por primera vez en su historia ha tenido pregonero. Así, el que fuera columnista de FARO y cronista de la ciudad Fernando Franco fue el encargado de oficiar un discurso en el que destacó que "aquí non é só gozar do encontro entre as xentes, non é só celebrar a un santo, non é só cumprir a tradición, non é só gozar de música e petiscos, de viños, empanadas ou sardiñas. Estar aquí é aunar aspectos relixiosos, lúdico-festivos, morais, económicos, estéticos; estar aquí é reivindicar unha identidade local".

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