La oleada de denuncias de “pinchazos” llegó esta semana a Galicia. Ante este fenómeno y como prevención por si hay nuevos casos durante este fin de semana y los próximos días, responsables de la sede del Imelga de Vigo y del Hospital Álvaro Cunqueiro mantuvieron conversaciones para ultimar un protocolo de urgencia para saber cómo actuar en caso de que alguna mujer acuda al centro sanitario y se certifique la presencia de lesiones compatibles con este tipo de agresión. Por ahora no es ningún protocolo oficial, pero las fuentes consultadas señalan que, de cara a estos próximos e inminentes días, son necesarias unas directrices para abordar con garantías estos casos.

La idea es que si alguna joven se presenta en el hospital vigués con un pinchazo, los médicos, tras comprobar si efectivamente existe lesión compatible, emitan un parte comunicando estos hechos al juzgado de guardia. Y que recojan muestras de sangre y de orina de la víctima y que se conserven debidamente hasta que pasen a manos de los forenses, que a su vez las remitirían al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid para hacer análisis de cara a comprobar si hay restos de sustancias tóxicas de las empleadas para la sumisión química.

Aunque en el hospital ya hacen un primer análisis de sangre a las perjudicadas, los que realizan los forenses son más completos, ya que permiten –si las hay– descubrir la presencia de un mayor número de sustancias, además de ser más precisos desde un punto de vista cuantitativo. Eso sí, advierten las fuentes, para que estos casos sean investigados judicialmente es precisa la denuncia previa de la víctima.