Un estudio con 400 escolares de entre 6 y 12 años realizado por el investigador de la UVigo y profesor de Primaria Jesús García Liñeira ha permitido constatar la utilidad de los acelerómetros para evaluar el equilibro de la población pediátrica, además de generar la tramitación de una patente conjunta con la Universidad de León.

Además, García Liñeira ha podido establecer los “valores normativos” para medir la evolución del desarrollo motor en esta franja de edad con sensores portátiles, una línea hasta ahora “inexplorada” en la literatura científica.

El trabajo constituye su tesis doctoral, que estuvo dirigida por el profesor de la UVigo José Luis García Soidán y el catedrático de Málaga José Luis Chinchilla.

El autor destaca que durante los periodos de la infancia existen grandes reorganizaciones corporales y “es fundamental para los profesionales de la salud detectar déficits relacionados con el equilibrio”. Los niños aquejados de estos problemas, añade, tendrán un mayor riesgo de caídas, pero también una mayor dificultad para adquirir habilidades motrices. Y esto puede “derivar en una peor adherencia a las actividades físicas e implicar un mayor sedentarismo”.

Su tesis también ha dado lugar a dos artículos científicos pendientes de publicación y a otras líneas de investigación que le gustaría seguir relacionadas con la mejora del equilibrio postural en el ámbito escolar.