Tratándose de un Ferrari, podría decirse que no iba a toda la velocidad que podía. Pero teniendo en cuenta que estaba rodando por una calle de Vigo limitada a solo 50 km/h y que su velocímetro superaba los 150 km/h, debería habérselo pensado dos veces. Ahora se enfrenta a un delito, ya que además eligió un mal momento para pisar el acelerador de su coche deportivo y cometer esta imprudencia: había un radar camuflado de la Policía Local.

Según informa el cuerpo local de policía, a las 18.55 horas del pasado domingo interceptó en un control estático de velocidad (radar), un vehículo de los nuevos modelos de la marca Ferrari que circulaba a una velocidad de 155 km/h. El exceso fue en un tramo de la avenida Clara Campoamor limitado a 50 km/h.

Los agentes encargados del dispositivo del control de velocidad comunicaron a través de la emisora a todas las unidades de servicio las características del vehículo, siendo localizado por una patrulla en la avenida Ricardo Mella.

Una vez realizadas las gestiones e investigaciones correspondientes, los agentes locales identificaron a su conductor en el momento en el que se produjo la infracción, siendo citado como investigado por un presunto delito contra la seguridad vial, ya que triplicaba la velocidad estipulada para la vía por la que circulaba el turismo de alta gama.

Tanto el conductor como el propietario del vehículo se enfrentan además a varias infracciones por deficiencias o incorrecciones en la documentación.