Dos hosteleros de la ciudad pretenden sacudir, con una inyección de diversión, el ocio de la urbe, que tras la pandemia está en horas bajas. "A la gente se le ve bastante triste, y queremos recuperar el espíritu de la noche viguesa con este festival para propiciar un ambiente de gran discoteca, como las que había antes en Vigo, y que se ha perdido", asegura uno de los promotores de un evento que pretende convertirse en un espacio de entretenimiento, cultura, gastronomía, y con la atención volcada en las nuevas tecnologías y preferencias de actualidad.
Bajo la denominación de "Vigomemata", en alusión a uno de los míticos locales del Areal de finales de los 90 y principios de la primera década de este siglo, este festival "Open Summer", para inaugurar el verano, congregará a cuatro disyóqueis de renombre, encargados de manejar el cotarro durante más de seis horas, cita para la que aún quedan entradas (se pueden adquirir en este enlace).
Será el viernes 1 de julio, a partir de las 23.00 de la noche y hasta las 05.00 horas de la madrugada, cuando el hall del auditorio Mar de Vigo encienda sus luces y flashes de discoteca, en medio de los decibelios de un potente equipo de sonido con altavoces, subwoofer y amplificadores, que envolverán con la mejor música una enorme pista de baile con un aforo de 1.200 personas.
También habrá zonas 'vip' y reservados, además de la gran cabina central donde los DJ's pondrán la banda sonora a una noche adornada de espectáculo, impacto y fantasía, ambientación que correrá a cargo del artista gallego Pablo Méndez, que dirige una de las mejores compañías performance de España, responsable de eventos internacionales, y que hace un año encandiló al jurado de 'Got Talent 6' con uno de los shows más originales de cuantos competían en esa edición, basado en un universo onírico.
El cartel
El elenco de profesionales que darán la nota esa noche se compone de reputados disyóqueis con años de experiencia a sus espaldas. Uno de ellos es André Vázquez, más conocido como DJ Groove Amigos, un porriñés que también se encarga de la producción de este evento. Es alguien acostumbrado a tocar en diferentes partes del mundo como China, Alemania, Tailandia o México, y que en su día, regaló sesiones a sus vecinos, en tiempos de confinamiento por COVID desde el balcón de su casa.
Otro de los grandes atractivos de la noche vendrá de la mano de Luis López, o como se le reconoce profesionalmente LuigiiLopez DJ, que comenzó en esto de las sesiones hace casi diez años, y ya se ha hecho un nombre en el panorama internacional en este campo, al margen de la fama que atesora su hermano, que no es otro que Pablo López, hoy en día uno de los superventas de la música española en todo el mundo, y que llena estadios con sus temas al piano, instrumento del que es un virtuoso.
Grandes amigos y fan el uno del otro, ambos se criaron rodeados de música, y aunque uno tiró por el pop y el otro por la electrónica los dos triunfan en sus áreas. Además, Luis también es productor y colabora con Pablo en su carrera.
El cartel de sesiones lo completan los vigueses Dumore y Fon Kid. Pablo Castiñeira Fernández, más conocido como Paolo Dumore, quien, con más de 20 años de carrera como DJ y un estilo transgresor, debutó en la viguesa sala Oliver (donde posteriormente se ubicaría el local Embassy).
Por su parte, Alfonso García, o lo que es lo mismo, Fon Kid, es uno de los rostros más respetados de Galicia en las mesas de mezclas. Es habitual verlo en las cabinas de varios locales de Vigo y su área, como Pénjamo o la sala Mondo, aunque también ha recorrido con su música plazas como Suiza, Madrid o Ibiza.
Precio de 20 euros para los primeros
El pasado 9 de junio se ponían a la venta las entradas a este evento, "en el que además habrá más sorpresas, con alguna actuación aún sin desvelar", según apuntan desde la organización. Los 200 más 'madrugadores' adquirieron su localidad a un precio de 20 euros, con derecho a una consumición. Para el resto del aforo, unas mil entradas, el coste es de 25 euros y una bebida. Hay posibilidad, además, de reservar mesas de hasta seis personas que incluye una botella premium, y cuyo coste asciende a 300 euros; o mesas VIP para un máximo de diez asistentes. En ese caso, el precio sube a 800 euros, e incluye tres botellas premium, una shisha y una botella de champán.
Los promotores tienen previsto organizar más ediciones de este festival, con opción a otras ubicaciones y temáticas. La idea es celebrar unas tres fiestas de este tipo al año "una para cerrar el verano", siempre con música o actuaciones en directo, "y buscando un ocio divertido, con afán de recuperar el ambiente de la noche viguesa, que a nuestro entender se ha perdido un poco".
