Gritos de emoción, muecas de tensión y alguno que otro que va aunque no sea hincha de ninguno de los equipos. Vigo vibra a estas horas con la final de la Champions.
Calles, plazas y bares están abarrotados de grupos de chavales que no pestañean por no perderse ni un solo minuto de la jugada de su equipo. El Liverpool- Real Madrid se vive con emoción también desde Vigo, y eso que el ansiado partido se hizo esperar más de la cuenta por un problema con la identificación de las entradas.
En la zona de Praza da Constitución y Princesa no cabe ni un alfiler, veremos si los vigueses se van a casa con las orejas bajadas o si los ecos de la deseada victoria resuenan todavía la mañana del domingo.