La configuración de los hogares ha ido cambiando radicalmente en los últimos años. Si hace una década la gran mayoría de casas estaban formadas por una pareja y sus hijos, ahora la distancia con otros tipos de familias se ha ido reduciendo. Una de las explicaciones hay que buscarlas en los tabúes sociales que afortunadamente se han ido superando. Hasta hace no mucho, una mujer que decidía emprender la aventura de la maternidad en solitario debía enfrentarse a los prejuicios y convencionalismos de aquellos que consideraban este modelo de familia poco común e incluso transgresor. Poco a poco, estos “nuevos modelos de familia” se han consolidado y hoy representan una parte importante de la radiografía social de muchos países. Solo en el último lustro, la clínica de reproducción asistida y fertilidad IVI, con sede en varias ciudades españolas (también en Vigo), ha experimentado un incremento del 66% en el número de tratamientos a mujeres sin pareja.
El director de esta clínica en Vigo, Elkin Muñoz, explica que “se trata de una realidad cada vez más frecuente entre mujeres que tienen muy claro que quieren formar una familia y no quieren depender de una pareja para ello”. “Para hacernos una idea de este escenario, en 2017, en IVI, las mujeres que optaban por ser madres en solitario representaban ya casi un 12%, porcentaje que el año pasado aumentó hasta un 20% del total de tratamientos realizados en nuestras clínicas en España (entre mujeres solas, homosexuales y parejas heterosexuales)”, informa este profesional.
En el caso concreto de Vigo, en los dos últimos años el incremento vivido en las clínicas de reproducción asistida en cuanto al incremento en el número de tratamientos a mujeres que deciden ser madres solteras ha sido del 23%. Una cifra que en la propia ciudad ha ido aumentando progresivamente y que demuestra que esta nueva tendencia social es ya más que una realidad.
Dependiendo del perfil e historial médico de cada paciente, una mujer que decide afrontar la maternidad en solitario puede conseguirlo mediante diferentes técnicas de reproducción asistida: desde la inseminación artificial y fecundación in vitro con semen de donante, hasta la donación de ambos gametos (semen y óvulos) o la transferencia de preembriones donados por otras parejas. Otra de las técnicas que han gozado de más éxito durante los últimos años ha sido la vitrificación de óvulos –lo que se conoce comúnmente como congelación–
“Nuestra experiencia nos muestra a mujeres que tienen claro que la maternidad no tiene por qué depender necesariamente de disponer de una pareja y vienen con la decisión tomada: nada ni nadie frena su deseo de ser madres. Quieren saber qué posibilidades tienen para conseguirlo y qué tratamientos personalizados podemos ofrecerles, ya que muchas de ellas acuden pasados los 35 años, cuando la fertilidad desciende notablemente”, explica el doctor Muñoz.
Respecto al perfil de paciente que inicia este proceso, suele ser una mujer de entre 35 y 40 años, que ha alcanzado una estabilidad en el plano laboral y financiero, y con una madurez emocional que le lleva a tomar con firmeza la decisión de formar su familia de esta manera. Son mujeres que han alcanzado sus principales objetivos vitales, pero tienen pendiente uno de los más importantes para ellas: la maternidad.
La prueba de que en Vigo cada vez un mayor número de mujeres sin pareja deciden tener hijos es que según los datos facilitados por IVI, las tres ciudades con mayor incremento de tratamientos a mujeres solteras son Ibiza, Málaga y Almería. Pero detrás de estas tres vienen Mallorca, Las Palmas, Vigo, Madrid y Valencia. Es decir, la urbe olívica es la sexta con una mayor demanda de técnicas de reproducción asistida en mujeres que no tienen pareja y que deciden ser madres en solitario.
Distintas procedencias
“La medicina reproductiva juega un papel esencial en este cambio de tendencia social cada vez más frecuente. A ello se suma que muchas mujeres extranjeras acuden a España para hacer realidad su deseo reproductivo, tanto por la calidad de nuestros profesionales como por un marco legal más avanzado que el de sus países de origen”, apunta el doctor Muñoz. Precisamente a Vigo llegan mujeres de otras zonas de Galicia y también de Portugal para someterse a estos tratamientos de reproducción asistida por la buena fama que tienen las clínicas de fertilidad asentadas en la ciudad olívica.