Mujeres que superan la franja de los 35 años de edad, solteras o con una pareja femenina. Este es el perfil más habitual entre las pacientes demandantes de los tratamientos de fertilidad que se efectúan en la actualidad en la unidad de reproducción asistida del Complexo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi) y que el año pasado vio incrementada su actividad hasta un 25%.
En concreto, los profesionales de la unidad efectuaron alrededor de unos 400 ciclos, recuperando así la actividad perdida durante el 2020, momento en el que la irrupción de la pandemia obligó a cerrar dos meses y medio la unidad y tan solo se llevaron a cabo 300 tratamientos, sumado a una disminución de la demanda en la que influyó el temor de las pacientes a quedarse embarazadas en un momento tan delicado y la incertidumbre económica.
Así lo destaca la coordinadora de la unidad de reproducción asistida del Chuvi, la doctora Emilia Ocón, quien apunta que “en 2021 logramos recuperar prácticamente nuestra actividad normal y la pandemia no ha supuesto, en nuestro caso, que haya más demora para los tratamientos de fertilidad que la que teníamos. De hecho, antes de la llegada del COVID, la demora media se situaba en un año y actualmente este es el tiempo de espera, aproximadamente”.
Las mujeres que llegan con 36 años sí pueden agotar ese máximo de tres ciclos, no tenemos mucha demora
Respecto al perfil de las pacientes que acuden a la unidad, la facultativa indica que la crisis sanitaria apenas lo ha variado, aunque sí reconoce que “hemos detectado un determinado volumen de pacientes que prefirió posponer el tratamiento de fertilidad por el contexto de pandemia que estábamos viviendo”. Por otra parte, la doctora Ocón explica que el perfil habitual de mujer a la que practican la reproducción asistida tiene “una edad avanzada”, y es que dos de cada tres pacientes de la unidad del Chuvi superan los 35 años. Teniendo en cuenta que el tope fijado por el Sistema Nacional de Salud es una edad máxima de 40 años, muchas mujeres tan solo disponen de una única oportunidad de quedarse embarazadas.
En este sentido, la especialista en Ginecología señala que “uno de los principales factores que influyen a la hora de postergar la maternidad son los motivos laborales y acuden muchas mujeres con 38 años de edad, que todavía son jóvenes, pero para esto no tanto, ya que aquí el tiempo es un factor determinante”. Y es que, además de una edad máxima para someterse a este tipo de tratamiento, también existe un límite de ciclos que se puede efectuar, un límite que está muy condicionado por la edad y la capacidad de respuesta al tratamiento. A este respecto, la doctora Emilia Ocón comenta que “las mujeres que llegan con 36 años sí pueden agotar ese máximo de ciclos, no tenemos mucha demora, entre el primero y el segundo pueden pasar como mucho seis meses. Pero una paciente de 38 o 39 años, solo puede someterse a un ciclo por su edad”.
El porcentaje de éxito
En aquellas mujeres más jóvenes, la unidad de reproducción asistida del Chuvi realiza un estudio completo para pautar la técnica indicada, que bien puede ser inseminación artificial o fecundación in vitro, mientras que en el caso de aquellas pacientes que alcanzan los 38 años se opta directamente por la última técnica.
Si bien en el caso de pacientes menores de 35 años el porcentaje de éxito de la gestación puede rondar un 50%, y entre las mujeres de 39 o 40 años se sitúa en un 15%, la coordinadora de la unidad viguesa destaca que la tasa general se sitúa en la media de la de otros centros a nivel nacional: alrededor de un 30%. Otro dato salientable es que la gestación gemelar en estos casos apenas supone un 10% del total de embarazos.
Emilia Ocón afirma que en 2021 fueron realizadas 580 inseminaciones artificiales con semen de donante y aproximadamente un 50% fueron efectuadas en mujeres sin pareja o con pareja femenina, unos perfiles cada vez más habituales entre las demandantes.
