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Peregrino, aventúrate y elige tu propio camino

Un consorcio europeo liderado por la UVigo crea una plataforma digital que enriquece la experiencia de los viajeros y pone en valor el patrimonio no incluido en las grandes rutas oficiales

Arriba, una de las actividades para ciclistas en la Fundación Otero Pedrayo. A la derecha, visita teatralizada a Allariz y la Fundación Vicente Risco. | // CEDIDAS

La tecnología se pone al servicio del peregrino para enriquecer su experiencia a la vez que pone en valor el valioso patrimonio rural que no está incluido en las grandes rutas oficiales y puede pasar inadvertido. La UVigo coordina el consorcio europeo rurAllure, creador de una plataforma digital que propone a los usuarios desviarse unos pocos kilómetros para visitar lugares de interés o incluso disfrutar de las festividades que coincidan en el calendario, además de ofrecer contenidos audiovisuales para disfrutar durante las caminatas.

“Se trata de establecer un diálogo con el viajero fluido e informativo. Las rutas de peregrinación oficiales son la columna vertebral, pero a partir de ellas puede aventurarse para descubrir muchas cosas interesantes del entorno adaptadas a sus preferencias o ir escuchando una narrativa sobre los lugares que va atravesando. Los usuarios recibirán notificaciones y podrán compartir los itinerarios creados por si alguien también quiere hacerlos en ese momento o replicar los de otros”, destaca Martín López Nores, investigador del centro atlanTTic y coordinador del proyecto, en el que también participa la Facultad de Historia y otros grupos de la UVigo.

Visita teatralizada a Allariz y a la Fundación Vicente Risco Cedida

Los 16 socios del proyecto pertenecen a seis países, pero también se han establecido acuerdos con más de 60 organizaciones e instituciones, desde agencias a fundaciones, museos o ayuntamientos. En el caso de Galicia, esta red ya incluye a la Xunta, las Diputaciones de A Coruña, Lugo y Ourense, las principales fundaciones literarias y concellos como Allariz, Monterrei, Noia o Folgoso do Courel.

“El proyecto debería tener dos resultados que lo sobrevivan. Uno es toda la tecnología generada y el otro, esta red de instituciones y organizaciones que estamos construyendo y coordinando para conocer sus intereses y necesidades. Ellos le darán sostenibilidad a la plataforma con labores de documentación, señalización de recorridos, mantenimiento de las bases de datos, organización de rutas y creación de guías multimedia... Y nosotros mediaremos entre los agentes locales y las instituciones nacionales y europeas que les pueden proporcionar financiación para generar una infraestructura turística y cultural”, explica.

El consorcio ya tiene listos los cuatro primeros pilotos sobre los caminos a Santiago, Roma, Trondheim (Noruega) y Csíksomlyó (Rumanía). Y a lo largo de este año, además de poner a punto las herramientas tecnológicas, se organizarán actividades en entornos controlados antes de que la plataforma se abra de forma definitiva en la primavera de 2023.

Actividad para ciclistas en la Fundación Otero Pedrayo. Cedida

“En estas experiencias de entre uno y siete días pondremos toda la plataforma a punto al tiempo que llevamos a cabo estudios con los usuarios para conocer sus perfiles y preferencias y hasta qué punto serían flexibles para desviarse de un itinerario cerrado como el que te puedes encontrar en cualquier guía del Camino francés hacia algún punto de interés en el medio rural”, comenta.

En Galicia, la primera de estas actividades tendrá lugar el próximo día 21 en Amoeiro en colaboración con el Concello y las fundaciones de Otero Pedrayo, Vicente Risco, Castelao y Antón Losada Diéguez. Será un recorrido guiado por la herencia literaria de la Xeración Nós que atravesará un tramo de la Vía de la Plata y visitará otros puntos cercanos.

Para este verano, el consorcio también se plantea recorridos con actividades literarias para dar a conocer la Vía Küning, en la montaña de Lugo; una ruta a través del Camiño Miñoto Ribeiro; y otra de varios días desde A Coruña a Santiago de la mano de escritores actuales. Incluso han realizado los primeros contactos para organizar un viaje hasta Compostela con refugiados ucranianos que les proporcione una vía de escape a la vez que conocen la historia de nuestro territorio. “Puede ser muy enriquecedor para todos”, apunta López Nores.

Actividad didáctica para niños y adultos en el marco del congreso "Cien años soñando un destino" Cedida

En el caso del Camino portugués por la costa, también estudiarán una de las potencialidades de la plataforma, la de dar a conocer su amplio calendario de festividades: “Nos han comentado que muchos peregrinos lamentan no haber sido informados de determinados eventos porque se hubiesen quedado un día más. Si podemos ofrecer esa información y hacerles sugerencias de dónde pernoctar, el potencial para los ayuntamientos es enorme. Y hemos visto en otros experimentos que esto interesa”.

Si hablamos del Camino francés, añade el investigador, es fácil derivar al entorno una masa crítica relevante, pero en otros recorridos menos transitados el impacto no será tan grande y “la apuesta será simplemente enriquecer la experiencia de quién pasa por allí”.

“Pero ya tenemos evidencias de que se pueden hacer cosas con muy bajo coste. Las primeras colaboraciones con la Fundación Otero Pedrayo, que está a 9 kilómetros de la Vía de la Plata, fueron para atraer a ciclistas. Se habló con los clubes de la zona y se habilitó un cobertizo con equipamiento para las bicis y con avituallamiento. Y, de paso, se les ofrece un recorrido guiado. Pues esto ya ha dado lugar a visitas frecuentes de ciclistas, la fundación incrementa sus visitas anuales y el propio Concello de Amoeiro está interesado en la posibilidad de habilitar un albergue propio. El concepto interesa en todas partes, pero hay que medir hasta dónde se puede llegar”, concluye López Nores.

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