Tras una larga negociación, el juicio por la grave agresión sufrida por el portero de un pub de Vigo se resolvió ayer con una conformidad. El principal acusado y autor de las lesiones, de 38 años y colombiano, fue sentenciado a un año y un mes de prisión –se le aplicó una atenuante por ingesta de alcohol– y a pagar una indemnización de 30.000 euros a la víctima, a la que se añade otra cuantía para la mutua por gastos sanitarios. Podrá abonar el dinero en plazos mensuales y, si incumple, será expulsado de España al no tener permiso de residencia.

Ocurrió una madrugada de octubre de 2019, cuando el portero impidió al condenado acceder al local porque era la hora de cierre. El acusado le dio un golpe con la cabeza en el hombro y patadas en la pierna derecha, golpes que obligaron al perjudicado a pasar por tres operaciones, año y medio de rehabilitación y que le han dejado secuelas permanentes. De hecho, por la cojera que sufre perdió su trabajo de portero y otro que tenía en un gimnasio. Junto al principal acusado, fue condenado su hermano por intentar agredir a un policía.