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El área doblega la sexta ola: la menor cifra de contagios diarios desde antes de Navidad

Un hombre espera para hacerse una prueba de antígenos en la explanada del Náutico.

Desde hace varias semanas que la sexta ola ha empezado a remitir en el área sanitaria de Vigo después de un diciembre y un enero que hicieron saltar todas las alarmas epidemiológicas. Se llegaron a dar varios días consecutivos en los que se registraron más de 3.000 contagios diarios, una cifra totalmente inasumible de la que afortunadamente progresivamente la ciudad y los municipios de su entorno se han ido alejando. Así, según el último informe de la Consellería de Sanidade, se detectaron entre el sábado y el domingo por la tarde 347 nuevas infecciones. Aunque es un volumen todavía elevado, es la cifra más baja desde antes de Navidad, es decir, hace ya casi dos meses.

Aquí hay que tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar obviamente la fase de remisión de ómicron después de provocar la explosión de contagios durante esta sexta ola. Pero también es necesario mencionar el avance en el proceso de vacunación de la población. El inicio de la inoculación de la segunda dosis a menores de once años ha permitido cortar una de las mayores cadenas de transmisión de finales del año pasado y principios de este 2022: la transmisión del virus de los niños a los padres y el resto de familiares con los que viven.

Y se da una tercera clave: los cambios en los protocolos sanitarios (especialmente la reducción del tiempo de cuarentena y la ausencia necesidad de una PCR de confirmación para certificar que se ha pasado la enfermedad) que han permitido que ahora se produzcan un mayor volumen de personas curadas que contagiadas, diferencia que ha permitido reducir de forma progresiva el número de pacientes que están con el COVID en fase activa. Así, según la última actualización del Sergas, en el área sanitaria de Vigo hay 8.649 personas con coronavirus, también la menor cifra desde las navidades pasadas. Hay que tener en cuenta que el 20 de enero se llegó al pico máximo de toda la pandemia, con 21.732 ciudadanos contagiados.

Pero pese a que se ha conseguido reducir progresivamente los niveles de transmisión del virus, los guarismos actuales son todavía demasiado elevados para considerar que se ha superado la sexta ola. Así, la incidencia acumulada de nuevos casos por cien mil habitantes los últimos catorce días en el conjunto del área sanitaria de Vigo es de 2.275. En este sentido, y por orden de incidencia, los municipios más afectados son Ponteareas (2.528), A Guarda (2.512), Moaña (2.493), Vigo (2.342), Cangas (2.157), Tomiño (2.047), Mos (1.949), O Rosal (1.945), Salceda de Caselas (1.903), Baiona (1.896), Redondela (1.867), Gondomar (1.823), Mondariz (1.821), Tui (1.765), Salvaterra de Miño (1.752), Porriño (1.692), A Cañiza (1.564), Nigrán (1.555), As Neves (1.785), Mondariz Balneario (1.481), Pazos de Borbén (1.479), Arbo (1.077), Oia (1.063), Fornelos de Montes (941), Covelo (611) y Crecente (menos de 500). Por comarcas, se puede decir que el Baixo Miño y el Morrazo son los que tienen más municipios en los puestos más elevados, mientras que solo hay tres concellos (Fornelos, Covelo y Crecente) con una incidencia acumulada a 14 días por debajo de los mil.

Hay que insistir además en que la gran mayoría de enfermos de COVID durante esta sexta ola están en su domicilio asintomáticos o pasan la enfermedad en un estado muy leve gracias precisamente a que la vacuna disminuye en un porcentaje muy alto las posibilidades de que el virus provoque una situación clínica de gravedad. En términos de cifras, esto se traduce en que solo 86 de los 8.649 positivos actuales están ingresados en alguno de los hospitales de la ciudad. Esta presión asistencial se ha mantenido más o menos estable en los últimos días, con escasas variaciones tanto en planta como en la UCI. Son ocho los enfermos que están ahora en las unidades de críticos (seis en el Álvaro Cunqueiro y dos en Povisa).

Por otro lado, tal y como ha informado FARO recientemente, sí que se ha visto un importante descenso de la presión asistencial causada por el COVID en los centros de salud vigueses. Y es que el coronavirus ha dejado de ser el principal motivo de consulta en Atención Primaria, tanto en las urgencias como en las citas con los médicos de familia. Los motivos de la reducción de la presión sobre los ambulatorios son varios. En primer lugar la progresiva remisión de la sexta ola. Pero también los cambios en los protocolos, ya que ahora los médicos de cabecera ya no encargan tantas pruebas PCR ya que una persona que da positivo en un test de antígenos comprado en la farmacia ya es considerada como contagiada sin necesidad de una PCR de confirmación.

Este alivio asistencial en Atención Primaria permite también reducir las esperas para conseguir cita con el médico de cabecera. Aunque en este sentido depende de varios factores (por ejemplo, si el facultativo está de baja y el paciente tiene que ser atendido por otro), parece que el colapso vivido y que llegó a afectar a la petición de pruebas como análisis de sangre empieza a remitir, lo que es una buena noticia tanto para los pacientes como para los propios profesionales.

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