El padre capuchino Carlos Antonio Ortiz Ramos, gran benefactor de los discapacitados en la ciudad, falleció ayer a primera hora, según comunicó la Asociación Galega San Francisco del que fue uno de sus fundadores. Tenía 88 años y era una figura admirada y respetada en Vigo por la inmensa labor que hizo a favor de las personas con síndrome de Down y otras discapacidades. El padre era diplomado en Ciencias de la Educación en la Universidad Eclesiástica y Civil de Salamanca, y Psicología en la especialidad clínica en la Universidad Complutense de Madrid y fue una figura clave y imprescindible en la constitución y crecimiento de la asociación. Ocupó el puesto de director general desde la creación de la organización el 14 de octubre de 1967 hasta 2010, y seguía siendo asesor de la junta directiva.