Innovación contra el párkinson: las tres actividades que se desarrollan en Vigo

Son opciones que aumentan la motivación de los pacientes

Innovación para abordar el tratamiento de uno de los trastornos neurodegenerativos más comunes. Es la bandera que enarbola la Asociación Párkinson Vigo, que ha comenzado a trabajar en tres líneas nuevas para potenciar el bienestar de sus pacientes: terapia con realidad virtual, con una perra y con el Handy Gym, un artilugio creado en Vigo por una persona con esta enfermedad que presume de ser el gimnasio más pequeño del mundo. “Aportan grandes beneficios a quienes luchan día a día contra el párkinson”, defienden fuentes de la entidad antes de destacar que, a pesar de los contratiempos generados por la pandemia del COVID, siempre ha mantenido su actividad.

La asociación olívica es testigo del primer programa de intervenciones asistidas con perros específico en pacientes de párkinson. Una perra de terapia, Gala –coincidentemente, se llama como la musa de Dalí, artista que padecía esta enfermedad–, es la coterapeuta que participa en las sesiones con los pacientes, que reciben beneficios tanto a nivel físico como emocional. Su dueña es Paula Fernández González, educadora social. En las sesiones, el animal “realiza ejercicios de habilidad, trucos, o, simplemente, acompaña a los pacientes”. “Para ellos, es un plus: actúa como ser motivador. No te juzga ni te critica. No conoce tu pasado ni presente, te escucha y da amor, por lo que el paciente se suelta más, se rompe el clima tenso, participa y se implica más. De este modo, se logran antes los objetivos”, explica. Con Gala, se trabajan cuatro líneas: física, cognitiva, emocional y social.

Fernández concreta que ya se han beneficiado de esta terapia en torno a la mitad de los pacientes de la asociación, unos 50. “Hay algunos que trabajan con Gala de forma continuada en sesiones individuales o grupales, pero otros lo hacen puntualmente. También realizamos talleres”, apostilla. La perra seguirá ayudando a los pacientes de la asociación viguesa este año. “Continuará hasta cuando queramos. Empezamos a principios del año pasado, ya es una más del equipo”, destaca su dueña.

Para mejorar la calidad de vida de los pacientes, una segunda vía: el uso de la realidad virtual. Pablo Campo Prieto, fisioterapeuta especializado en párkinson e investigador del grupo HealthyFit de la Universidad de Vigo, defiende que el uso de esta tecnología como una herramienta terapéutica, ya sea de forma total o inmersiva, es factible, seguro y beneficioso, como se ha demostrado en el proyecto piloto puesto en práctica con miembros de la asociación olívica. “Con esta herramienta, podemos lograr en un espacio de tan solo 5 metros cuadrados proyectar un escenario en el que los pacientes tengan que esquivar balones, tomar una decisión u otra en función del color del estímulo o hacer sentadillas. Prestan atención a lo que ven. Esto les puede beneficiar en su día a día. Se trabajan también las capacidades aeróbicas, hacen ejercicio”, resume.

En una primera fase, probaron la realidad virtual unas 40 personas. Se constató que la aplicación de este tipo de tecnología es factible con este colectivo y no produce efectos adversos, además de suponer un factor positivo en términos de motivación y adherencia a la actividad. Actualmente, se desarrolla un ensayo clínico “metodológicamente muy superior” con unas 20 o 25 personas para “relacionar los beneficios de esta terapia”. Se emplean juegos y experiencias ya existentes para estos dispositivos, pero Campo cree que, en un futuro, podría existir un software específico para el trabajo con pacientes que tienen la enfermedad de Párkinson.

Una de las actividades innovadoras que se desarrollarán en 2022 en la Asociación Párkinson Vigo es el uso del Handy Gym, una especie de “gimnasio de mano” creado por Manuel Montes, enfermo de párkinson. Coordina este programa Lucía Dafonte Gil, fisioterapeuta. El artilugio pesa menos de 1 kilo y permite realizar más de 200 ejercicios en casa, en un hotel o al aire libre: donde se elija. Cuenta con la recomendación de deportistas de élite, como la piragüista Teresa Portela, la nadadora Teresa Perales, la karateca Sandra Sánchez, jugadores de la NBA, el equipo de rugbi de Estados Unidos o el de vóley-playa de Brasil. “Manuel Montes nos regaló la máquina. Permite a los pacientes trabajar la fuerza y hacer ejercicio, que es indispensable para su salud. En la asociación, no contamos con una máquina en la que se pueda trabajar tanto con peso, fuerza y potencia”, indica.

Dafonte destaca la importancia de incluir novedades en el día a día de los pacientes, ya que les ayudan a tener más motivación. “Es una forma de lograr más adherencia al ejercicio. Reporta beneficios a corto y largo plazo”, anota, a la vez que concreta que no todas las personas con párkinson podrán usarlo: “Dependerá del tipo de paciente. Algunos, debido a su alteración cognitiva o capacidad física, no formarán parte del programa, pero sí el 60 o 70% de los pacientes de la asociación: unos 30 o 40. No se usará en todas las sesiones, sí en algunas”. El empleo de este artilugio se complementa con ejercicios de equilibrio, reeducación de la marcha, corrección corporal, educación de movilidad en cama, trucos para estar en casa o en la calle, ejercicios de fuerza y movilidad, estiramientos, ejercicios de multitarea, atención, juegos con colores, etc.

Experiencia de un usuario

Kike Prado, de 66 años, es uno de los pacientes de la asociación que ya han probado los ejercicios de realidad virtual y la terapia con la perra Gala. De la primera actividad, destaca su dinamismo e intensidad: “Es algo nuevo para nosotros, por eso nos atrae más. Explotamos bolas con puñetazos al aire o esquivamos objetos que se nos acercan; es una forma de hacer deporte”. De la segunda, pone en valor la capacidad del animal para hacer que los participantes se muevan: “Te gusta que te obedezca y que haga bien los ejercicios cuando lo guías”. Ya espera con ganas el Handy Gym: “Es imprescindible que hagamos ejercicio, ya que nos ayuda a mantener y mejorar el estado físico y mental”. Asegura que tanto su motivación como la de los compañeros de la entidad crece con la práctica de estas nuevas opciones: “Son un aliciente”.

Aprovecha la conversación con FARO para ensalzar el trabajo de la asociación a la que pertenece, que “no ha parado durante la pandemia”, y hacer un llamamiento a las instituciones públicas: “Nos falta espacio para poder atender mejor a la gente. Debido al COVID, nos tenemos que turnar. Espero que lo tengan en cuenta y nos ayuden a solucionar este problema”.

Suscríbete para seguir leyendo