Tres centros tecnológicos del área viguesa, CTAG, Gradiant y Aimen, avanzarán en la eficiencia del vehículo eléctrico, la aplicación de la inteligencia artificial a la industria 4.0 y los procesos de fabricación 3D de la mano de tres jóvenes investigadores recién contratados gracias al nuevo programa de doctorado industrial de la Xunta.
La convocatoria de 2021 ha concedido 15 ayudas por importe de 1,9 millones de euros que incluyen un contrato predoctoral, los gastos y una estancia de 3 meses en un centro extranjero. Y los proyectos seleccionados se desarrollarán en centros tecnológicos, empresas y universidades para transferir el conocimiento y retener el talento.
Estoy muy ilusionado por seguir creciendo y formándome en un tema novedoso
La industria de la automoción está abocada a una profunda renovación y los fabricantes europeos necesitan avanzar de forma rápida hacia la electrificación frente a la amenaza del mercado asiático. Sin embargo, el número de laboratorios y centros de desarrollo y validación es limitado en todo el mundo así que existe una demanda “creciente y masiva” de ingeniería y trabajos de validación y desarrollo. El CTAG aprovechará el fichaje de Rubén Rodríguez Viéitez para avanzar en el uso de la modelización en tiempo real.
Ingeniero industrial mecánico y con un máster en Mecatrónica por la UVigo, llevará a cabo una tesis sobre dimensionado y optimización del sistema motopropulsor basado en energías alternativas a través de un desarrollo virtual y de ensayos experimentales. “Estoy muy ilusionado. Siempre he querido hacer el doctorado para seguir creciendo y formándome. Es enriquecedor y se trata de un tema novedoso, lo que para un ingeniero resulta muy atractivo”, destaca.
Su trabajo será supervisado por Marcial Valencia, responsable del departamento de Estructura y Motor de la división de Validación y Ensayos del CTAG, y por Jacobo Porteiro, profesor e investigador del grupo GTE de la UVigo que ya dirigió los trabajos finales de grado y máster del doctorando.
De hecho, Rodríguez trabajó como investigador en este grupo y sigue colaborando en la dirección de trabajos académicos. Antes de incorporarse al CTAG trabajaba en la empresa gallega de desarrollo automovilístico ARVidal Racing, donde dirigió proyectos y participó en el desarrollo de un vehículo de rallis para el equipo Suzuki Repsol Ibérica.
Tecnologías de vanguardia
Él y sus supervisores todavía deben decidir si la tesis se centrará en un vehículo 100% eléctrico o alimentado con una pila de combustible de hidrógeno, pero lo cierto es que situará al CTAG entre los grandes centros europeos e internacionales que utilizan las metodologías de hardware-in-the-loop (HiL) y model-in-the-loop (MIL).
“Estas técnicas, que están en la vanguardia actualmente, permiten realizar simulaciones en tiempo real y conllevan un ahorro en el desarrollo del vehículo porque no es necesario fabricar un motor, por ejemplo, e ir realizando ensayos. En mi caso, además de ahorrar tiempo, intentaré conseguir mejores resultados. Es una tecnología cara y que requiere de gente muy especializada y mi objetivo, además de llevar a cabo un proyecto que resulte de interés para el CTAG y la UVIgo, será aprender a utilizarla a un nivel alto”, comenta Rodríguez.
Hay gente que se quiere quedar en Galicia y no puede por falta de oportunidades
Por su parte, Martín González Soto se incorporó al área de Sistemas Inteligentes de Gradiant en noviembre y desarrollará su tesis dentro del programa en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UVigo. “Al centro le interesa generar conocimiento para la industria y hay más gente haciendo su doctorado aquí, hay una gran tradición. Mi experiencia está resultando muy buena. Estoy encantado porque todas las ideas y esfuerzos son bienvenidos”, celebra.
Desde Gradiant señalan que esta colaboración con la Universidad busca acercar las investigaciones académicas a las “necesidades de las empresas y el mercado” para que tengan “una aplicación real en la industria”.
González es ingeniero en Organización Industrial por la UVigo y tiene un máster en Ingeniería Computacional y Matemática por la Rovira i Virgili. Y su tesis será dirigida por Rebeca Díaz, profesora de la Escuela de Telecomunicaciones, y por Bruno Fernández, responsable técnico de Machine Learning y Optimización de Gradiant.
Industrias más competitivas
El objetivo es la aplicación a la industria 4.0 de dos tecnologías de Aprendizaje Automático e Inteligencia Artificial que están muy en auge:Incremental Learning y Explainable AI. “Ahora mismo, los modelos se entrenan con datos pero si este conjunto aumenta o cambia hay que parar y volver a entrenarlos de nuevo. Sin embarbo, el Incremental Learning permite que los algoritmos aprendan de forma dinámica y autonómica. Y así facilita que las industrias puedan ir adaptándose a la circunstancias de los mercados. Por ejemplo, en el sector textil las tendencias cambia
n bastante y, de esta forma, el modelo las iría aprendiendo a medida que ocurren”, explica González.
La Explainable AI, por su parte, redundaría en unos modelos más transparentes y confiables para el usuario: “Resultan complejos incluso para los expertos y es difícil saber qué ocurre ahí dentro cuando realizan una predicción en ámbitos como la medicina o el jurídico. A un médico le interesa entender por qué el modelo dice que una célula va a ser cancerígena. Se trata de que los usuarios interactúen mejor y tengan más confianza a la hora de justificar una decisión en ámbitos tan críticos como estos dos”.
“El doctorado industrial es un trampolín para poder crear algo aplicable de una manera rápida, que es algo que atrae a cualquier ingeniero”, señala sobre el programa. “Crear un tejido industrial competitivo pasa por ser capaz de innovar y de estar al tanto de las últimas tendencias para poder competir con otras regiones o países. Invertir en ciencia siempre es algo rentable y esta iniciativa puede ayudar a catapultar las empresas. Hay gente que se quiere ir de Galicia, pero también hay otros que se quieren quedar y no pueden por falta de oportunidades aquí”, añade.
Podemos acercarnos más al mundo real y ayudar al avance tecnológico
Miguel Picos Maiztegui, titulado en Matemáticas por la USC y con un máster en Matemática Industrial, desarrollará en el centro tecnológico Aimen una tesis relacionada con la simulación de procesos de fabricación aditiva o impresión 3D de piezas metálicas de gran tamaño para el sector aeronáutico o de la energía.
”El objetivo es, sobre todo, calcular las deformaciones que puede causar el calor y conseguir que los procesos sean más fiables para poder fabricar en grandes cantidades. Además su estandarización aumentará la confianza”, explica Picos, que será supervisado por Mónica Salgueiro, experta en modelos de simulación e integrante del grupo de Procesos de Fabricación Avanzada de Aimen, y Jerónimo García, del grupo de Ingeniería Matemática de la USC.
“En Aimen estamos desarrollando esta tecnología, que es una de las líneas más fuertes acualmente en la industria 4.0, y queremos avanzar en su conocimiento para poder aplicarla a un rango amplio de sectores. El doctorado nos permite tener el talento en casa y trabajar con el grupo que dirige Peregrina Quintela. Llevábamos tiempo buscando oportunidades y puede resultar muy interesante este vínculo por su conocimiento y trayectoria”, subraya Fernando Sánchez, director tecnológico de Aimen.
Miguel Picos apunta también que los conocimientos matemáticos son cada vez más necesarios en la industria para “profundizar” en aspectos como la fabricación aditiva y que el doctorado industrial permite a los investigadores “acercarse más al mundo real”, así como ayudar al tejido gallego a “avanzar tecnológicamente para tener lo mismo que el resto del mundo”.
