Hace unos días, un famoso divulgador cultural narraba a través de sus redes sociales la situación que vivió en un restaurante de Santiago de Compostela. "El Barroquista" en Twitter, o Miguel Ángel Cajigal en su DNI, compartió un tuit en el que comentaba que varios "turistas con bandera de España en la mascarilla y en la pulsera" le recriminaron al camarero que no tuviera la carta del local en español. La lista de platos que ofrecía el establecimiento estaba escrita en gallego. El mesero se ofreció a traducir el 'confuso' y 'enrevesado' idioma, y el cliente en cuestión quiso despejar sus dudas sobre qué significaba uno de los ingredientes que llevaba el plato número 4: Lombo adobado con queixo, patatas fritidas, ensaladilla, croquetas e pan. Con "gesto torcido" preguntó: "¿Ensaladilla es una ensalada pequeña?", a lo que el camarero respondió: "Es ensaladilla". Una vez aclarado ese punto y sin plantear cuestión alguna sobre lombo, queixo o fritidas, el turista finalmente se decantaría por ese plato.

No es el único incidente que este colaborador habitual de RTVE y la Radio Galega había presenciado con respecto al supuesto choque idiomático en diferentes comunidades autónomas, así que, tras narrar otras situaciones, concluyó su reflexión con este mensaje dirigido a la ciudadanía española: "Dejad de salir de casa enfadados y con el culo apretado".

Para descifrar un idioma tan presuntamente apartado del castellano como es el gallego, existen diccionarios oficiales -físicos y virtuales- al alcance de cualquier turista que se pierda entre tanto 'extranjerismo'. Pero Galicia está lleno de 'dialectos' que forman parte de la idiosincrasia lingüística de cada pueblo, municipio o aldea, y, cómo no, también Vigo tiene el suyo. Hasta según el barrio en el que uno caiga, cambian los términos para aludir a la misma cosa o situación. Profundizar en este sentido es complicarle la vida al turista de turno, por eso ofrecemos esta guía rápida y urgente que le permita desenvolverse como 'vigués en el agua' en su visita a la ciudad olívica, y así evitar que sufra algo similar a lo ocurrido con los comensales de Santiago.

Para comer

En Vigo, el rapante es un pescado que en el resto de España se conoce como gallo, los caramuxos son esos caracolillos de mar que se cuecen y comen con un alfiler; los manises son cacahuetes; los maicitos hacen alusión al maíz tostado o quicos (término coloquial de la palabra mayoritariamente utilizado más allá de A Gudiña); las patatillas son patatas fritas en bolsa; y para designar ese polo alargado o barra de hielo tan popular en la década de los 80 con sabor a fresa, cola, limón, naranja o lima, entre otros, en Vigo se usaban los términos 'burmarflash', 'frigolosina' o 'fragolosina'.

DESGLOSE GASTRONÓMICO

RAPANTE: Gallo (tipo de pescado)

CARAMUXOS: Caracoles pequeños cuya carne se extrae con una aguja o un alfiler

MANISES: Cacahuetes

MAICITOS: Maíz tostado (Quicos)

PATATILLAS: Las patatas fritas de bolsa o patatas chips. El término lo introdujo un churrero vigués que en su local también vendía este tipo de patatas fritas embolsadas.

BURMARFLASH: Cilindro o barra helada de variados sabores, a modo polo, que viene precintado en un envase de plástico. SINÓNIMO: Fragolosina / Frigolosina

"El jicho salió del chollo para fumar un truja"

Así podría comenzar cualquier historia contada por un vigués en la que se utilizan los términos más tradicionales de su 'dialecto'. Una vez repasada parte de la jerga gastronómica, abordamos otros términos o expresiones olívicas que integramos en ese relato:

"El jicho salió del chollo para fumar un truja. Llevaba tenis nuevos y un nique blanco. Quería impresionar a la pava que le gustaba. Era turca, y había dejado Coruña para chollar en su empresa, y desde que la pipeó no dejaba de cranear. Así que la noche anterior, en su casa de Castrelos eligió la ropa para lograr que ella loqueara por él. Por la mañana pilló el vitrasa para bajar a Vigo. Estaba petado y pensó 'esto parece la Casa de la Collona'. Por fin llegó a su parada, y en cuanto bajó, pisó pichi mojado. Habían renovado el asfalto de madrugada y aún no había secado. '¡Me cago en tal!' , espetó. Y comprobó que su reluciente calzado había dejado de serlo. Encontró un faro y se limpió con sus páginas para estar medianamente presentable ante ella. Aprovechó la rabia que llevaba para envalentonarse y entrarle directamente: '¿Oístes, te hace un rule en la moto? Te pipeo todos los días y quería invitarte a una garimba. Aunque si prefieres vamos a gamba'. Eso había sucedido 5 minutos antes. Ahora apuraba su truja en la puerta del chollo, barallando con la negativa de la jicha. '¡Menudo pailán!', pensó. Un compañero que había visto la escena salió a animarlo: '¡Eh, que no hay fallo!' El de Castrelos le miró con cara de chinao, a lo que el otro respondió: ¡A chorar a Cangas!".

Una vez planteada la situación, este sería el desglose y la definición de los términos vigueses utilizados en el relato:

GHICHO/A, JICHO/A: Chica, mujer / Chico, hombre. SINÓNIMO: Pavo/a.

CHOLLO/AR: Trabajo, Trabajar / Puesto de trabajo.

TRUJA: Cigarrillo / Porro.

TENIS: Zapatillas de deporte.

NIQUE / NIKI: El tradicional polo que en su día, y por la marca deportiva Nike, en Vigo se le llamaba "Nique". Llegó a derivar en "Niqui".

PAVA/O: Chica, mujer / Chico, hombre. SINÓNIMO: Jicho/a, ghicho/a.

TURCA/O: término acuñado en Vigo para referirse a los que son de A Coruña.

PIPEAR: Observar, ver, darse cuenta.

CRANEAR: Darle vueltas a la cabeza, pensar con preocupación. SINÓNIMO: Barallar.

LOQUEAR: Volverse loco.

PILLAR EL VITRASA PARA BAJAR A VIGO: La expresión castellanizada sería: Coger el autobús para ir al centro. Hay una costrumbre arraigada entre algunos vigueses que viven en las parroquias rurales de la urbe -como Castrelos, Matamá, Valadares, Teis, Beade, Candeán, Cabral, Bembrive, Zamáns, Oia...- que suelen aludir a esa zona centro con el nombre de la ciudad, como si ellos no formaran parte del censo de municipio. Además, cualquier vigués que se precie, esté en la ciudad que esté a cualquier autobús de línea le llamará vitrasa.

PETADO: Lleno.

CASA DE LA COLLONA: Expresión que cualquier vigués utiliza para definir un desastre, un lío o un lugar lleno de gente. Alude a un burdel muy frecuentado en los 60 que estaba situado en la zona del Casco Vello Alto, concretamente en el barrio de A Ferrería. En realidad era el Bar Abanico, pero la 'Madame' que regentaba el local era más conocida como 'La Collona', a pesar de llamarse Esperanza, de ahí el cambio de nombre de esta casa de citas.

PICHI: Derivado del asfalto. Es el material que se utiliza para hacer carreteras, pero en su estado más pastoso.

FARO: Al igual que ocurre con el caso de Vitrasa, en Vigo no hay periódicos, hay faros sea cual sea la cabecera.

ENTRARLE: Intentar ligar o enamorar a alguien.

¿OÍSTES?: Muletilla habitual en Vigo para iniciar una conversación con otra persona.

RULE: Vuelta, paseo.

GARIMBA: Una cerveza.

A GAMBA: Ir andando, a pie.

BARALLAR: Darle vueltas a la cabeza, pensar con preocupación. SINÓNIMO: Cranear.

PAILÁN: Término peyorativo que alude a alguien que no es muy listo, o que no ha sido listo en determinadas situaciones. SINÓNIMO: Parvo.

¡NO HAY FALLO!: Sustituye a "¡No hay problema!".

CHINAO: Preocupado, fastidiado.

A CHORAR A CANGAS: Alude al oficio de plañidera, o mujer a la que se le pagaba una cantidad de dinero para que asistiese a un entierro y llorase en en él. Es una actividad que tenía mucha tradición en Galicia, aunque las más reconocidas por su profesionalidad eran las de este concello de O Morrazo. La expresión se utiliza cuando alguien se queja sin motivo o exagera su tristeza o malestar.

El viguismo en su máximo esplendor

El orgullo de ser de Vigo también ha forjado expresiones que incluso trascienden las fronteras de la ciudad olívica. Desde que el alcalde Abel Caballero internacionalizase la Navidad viguesa con sus "millones de luces led" transformando el encendido del alumbrado en "el no va más" al que no le hacen sombra "ni Tokio, Nueva York o París" (el regidor todavía espera la llamada de sus homólogos) todas sus declaraciones se han hecho un hueco en televisiones, radios, webs y periódicos. ¿Quién no recuerda uno de sus primeros discursos en inglés "with the light, with the music"?

Pero casi más vigués que Caballero es ese vecino que popularizo la frase "¡Viva Vigo, me cago en tal!". Aquel hombre irrumpía en un ya mítico reportaje preguntándole insistentemente a la periodista si era de Santiago. Cuando ella le aclaraba que era viguesa como la que más, él soltó la soflama que protagoniza desde camisetas a tatuajes: "¡Viva Vigo! ¡Para siempre me cago en tal!".