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La (re)vuelta del Twenty

Fernando Franco

La (re)vuelta del Twenty

Mi fobia a las colas me hizo perder esta fiesta de merecidas colas por imposiciones del COVID. “¡Me di la vuelta, ay mísero de mí, ay infelices! ¡Fiestón no, lo siguiente!”, grita a los cielos Carlos Viqueira, alma máter del festivo embrollo. “De esas que quedan en la retina de la memoria –me añade– como aquella Fiesta del Nervio Óptico que vivimos en el 82, la primera juntos”. Pues así organizó hace unos días el Twenty Century Rock vigués la reapertura tras tiempo de cierre por el COVID, y ahí le veis a Carlos, maqueado como un showman. A su dcha. y rodeándole, Carlos y Chucho, de Le BarLuthier, Adolfo FH, Suso y Álvaro Costas y Cris Macías, todos de Mitic; a su izda., Miriam, cantante de Le BarLuthier.

Vigo consiguió la iluminación

Buda consiguió la iluminación con grandes austeridades y esfuerzo. No así en Vigo, donde sin esfuerzo algunos nos hemos convertido en iluminados. Todo ello se debe a los poderes que posee nuestro olívico gurú, que sin ser asceta ni eremita pero sí aclamado alcalde de la urbe, ha conseguido que sus ciudadanos, además de los discípulos que en piña le rodean, vivan no digo en estado de gracia sino en otro estado de conciencia, alejándoles de la ignorancia que, al fin y al cabo, es oscuridad, y llevándoles a la Luz. Igual que Buda, el gurú Caballero reúne en sus discursos (los sutras de Buda) y sus discursos adicionales (los sutras Mahayana), pero a través de medios de los que careció el profeta (prensa, radio o tv), a incontables seguidores que desean escuchar la buena nueva. Venid, parece decir, y os enseñaré el camino de la Luz que se extiende sobre Vigo. Y la ciudad crece, se expande, se humaniza y ascensoriza, y de otras ciudades llegan gentes a contemplar tal milagro.

De este y otros mundos

Iluminado yo también voy a presentar hoy, a las 7 de la tarde en la Casa del Libro, la última obra de José Eduardo Valenzuela, con ilustraciones de su hijo, Santiago Valenzuela, premio nacional de cómic. “De este y otros mundos” se titula este sorprendente libro de relatos. Sorprende por su estilo, rico de verbo aunque voluntariamente sencillo, nada ampuloso, sino bien pulimentado y que a veces recuerda a los clásicos. Es el estilo de un hombre de 93 años que no está dispuesto a renunciar, por los años, a su pasión literaria y al que yo ya le presenté hace más de 10 su “Grita cuerpo, mis 80”, entre un puñado de libros ya publicados. Difícil narrar desde la mirada de un ciervo o la de un toro en una corrida, y ahí me traslada al escritor portugués Lobo Antunes, que también lo hizo con la fiesta brava, como me traslada a él con su literatura introspectiva, cuando hace memoria Valenzuela de su familia en tiempos de infancia, o cuando consiguió plaza en la Admon de Estado.

Adiós a Alejandro Bastos

Y me entero tarde del fallecimiento del concejal redondelano Alejandro Bastos, con el que tuve ocasión de compartir espacio y tiempo alguna vez, y siempre a gusto con su compañía. Se fue y dejó mucho afecto en Redondela, nacido en Cabeiro aunque luego residente en Chapela. Siempre me pareció un luchador y lo saben bien entre otros los de la Banda de Música de Chapela, que creó, como fue uno de los impulsores del Multiusos del Piñeiral. Adiós a un hombre preocupado por esas cosas del entorno que, pareciendo pequeñas, son grandes.

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