Reformas con precios de caducidad exprés

Las comunidades de vecinos contratan las refomas que no se puedieron hacer en 2020.   | // MARTA G. BREA

Las comunidades de vecinos contratan las refomas que no se puedieron hacer en 2020. | // MARTA G. BREA / VANESA VÁZQUEZ

Nunca ha sido tarea fácil, pero últimamente conseguir hacer una obra en casa se está convirtiendo en una tarea casi imposible que requiere grandes dosis de paciencia y cada día que pasa, más dinero.

Uno de los principales problemas que está lastrando al sector, la falta de materiales y su consecuente subida de precios, ha modificado ya la validez media de los presupuestos para obras pequeñas, que si normalmente se alargaban durante un mes, en la actualidad se están acotando a apenas una semana. Con lo que si el cliente no está rápido en aceptarlo, es probable que la próxima semana se haya incrementado en torno a un 15 o 20%. “Muchas empresas lo que ya están haciendo es separar lo que cuesta la mano de obra por un lado y los materiales, con la salvedad de que puede haber modificaciones a corto plazo”, explica Fernando García Novo, gerente de la Fundación Laboral de la Construcción de Galicia. García novo indica que el problema de la escasez de materiales de construcción se nota tanto en los incrementos de precios –la madera ha duplicado su precio en los últimos seis meses, la cerrajería y metales un 20% y para el cemento hay previsiones brutales para los próximos meses– pero también en los plazos de ejecución, que se pueden dilatar hasta un año para entrar a trabajar. “Se une la falta de relevo generacional de los trabajadores con el incremento de la capacidad de ahorro por el COVID, y, en consecuencia, la demanda, sobre todo para reformas”, explica Novo.

El gerente de la Fundación Laboral explica que el problema de los materiales es preocupante y mucho pero se trata de algo coyuntural que a medio plazo debería solucionarse. “El problema de la falta de mano de obra, sin embargo, no tiene solución fácil a corto plazo, es algo a tres años vista por lo menos”.

Comunidades de propietarios

Basta ver las calles de Vigo y sus andamios para comprobar que no solo los propietarios de viviendas unifamiliares están intentando reformar sus viviendas, sino que también las comunidades de propietarios de los edificios se han lanzado a hacer las obras de mejora que no pudieron hacer durante la pandemia o, al menos, lo intentan. Fuentes del sector explican que las empresas constructoras les están fijando el mes de julio de 2022 como primera fecha disponible para agendar obras como rehabilitación de fachada o cambio de cubierta y en pequeñas obras como impermeabilizaciones de terrazas otros seis meses, cuando antes en dos podría estar solucionado.

Las empresas de construcción están sobrepasadas y un presupuesto pedido hace un año se “actualiza” fácilmente un 25% esto días, según indican los administradores de fincas consultados. “Los retrasos ahora son habituales y el problema es que muchas de estas obras están sujeta a subvenciones, por lo que tenemos que pedir prórrogas extraordinarias para no perderlas”, asegura Antonio Maigler, administrador en Fincas Maigler y vicepresidente en el Colegio de Administradores de Fincas de Galicia.

Precisamente ayer la Xunta publicó una resolución para ampliar hasta el 30 de septiembre del año que viene –diez meses más– el plazo para poder ejecutar y justificar las obras subvencionadas con cargo al programa de fomento de la conservación, de la mejora de la seguridad y de la accesibilidad en viviendas y edificios residenciales.

Desde Clúster Ageinco (Asociación gallega de ingeniería, consultoría y servicios tecnológicos) alertan de que los fletes y los transportes se están incrementando por tres y por cuatro y las materias primas como cemento o hierro simplemente no están llegando. “En 2022 habrá proyectos y dinero de Europa pero nos encontraremos con la falta de mano de obra y de materiales”, indica Daniel Prieto, presidente de Ageinco.

Prieto explica que la situación actual es compleja, con subidas desde el 20% al 60% de materiales como acero, cemento y aluminio. “Si un contratista ha cerrado un precio pero luego se disparan los costes, tiene que decidir si hace la obra o para y lo que se está haciendo es intentar negociar hasta el final”.

“Se están produciendo multitud de negociaciones debido a la subida de los precios en las obras”, indican también desde Aproin.

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