La empresa concesionaria del bus urbano de Vigo, Vitrasa, reclama al Concello más de 15 millones de euros por las pérdidas sufridas debido a las restricciones impuestas con motivo de la pandemia del COVID-19, y después de que el gobierno local aprobase en plena crisis sanitaria (en junio de 2020) ampliar esta concesión por un período de 5 años.

La Junta de Gobierno Local de Vigo ha aprobado este viernes desestimar los recursos de reposición interpuestos por la empresa contra las decisiones del Ayuntamiento de no aceptar la totalidad de los pagos que reclama.

Así, Vitrasa remitió al consistorio diversas solicitudes a lo largo de 2020 para reclamar compensaciones que restablecieran el equilibrio económico de la concesión. En total, reclamó más de 11 millones de euros correspondientes a las pérdidas entre marzo y diciembre de 2020.

Pero el Concello solo le pagó 2,2 millones (aprobado en Junta de Gobierno en diciembre de 2020) al considerar que solo debía resarcir a la empresa por el periodo equivalente a la vigencia del estado de alarma. A mediados de 2021, el Ayuntamiento recibió 5,5 millones de euros procedentes del Gobierno, en virtud del Real Decreto que contemplaba subvenciones por pérdidas en el transporte urbano, y volvió a pagar a Vitrasa, esa vez 3,5 millones.

A lo largo de 2021, la empresa concesionaria ha seguido reclamando las pérdidas originadas mes a mes, hasta un total de 5,6 millones de euros entre enero y agosto de este año.

Además, Vitrasa volvió a dirigirse al Ayuntamiento en junio y en julio pasado reclamando por las pérdidas de 2020, que estima en 9,9 millones descontado el dinero recibido como compensación. De este modo, entre la reclamación correspondiente al pasado año y lo que reclama de 2021, la empresa pide que se le compense en más de 15 millones de euros.

Se da la circunstancia de que, en junio de 2020, en plena pandemia, la Junta de Gobierno Local acordó prorrogar la concesión a Vitrasa por otros 5 años, y ello a pesar de los anuncios de que se haría una nueva licitación y un nuevo concurso para adjudicar este servicio. En ese momento, el propio alcalde justificó la prórroga alegando que la crisis sanitaria hacía imposibles los cálculos económicos del pliego de concesión.

Así las cosas, y con las reclamaciones de Vitrasa sobre la mesa, todo parece indicar que, desestimados los recursos de reposición, la salida que le queda a la empresa es acudir a los tribunales por la vía contencioso-administrativa.