El ocio nocturno completó su primer fin de semana sin restricciones de aforos con una gran respuesta de la clientela, que llenó los locales tanto el viernes como el sábado pero con algo de caos por las nuevas normas, lo que provocó más colas de las deseadas en los accesos a los bares de copas.
Desde el sector explican que se registró un poco de “caos” porque algunos clientes y en los propios establecimientos desconocían que desde el sábado es obligatorio presentar el “pasaporte COVID” –un certificado sanitario– para acceder al interior de los locales puesto que decayó la opción que los empresarios tenían de elegir si abrían a la mitad de su aforo pero sin certificado. Ahora es una norma general para todos los locales, que han recuperado el 100% de su capacidad para acoger clientela.
Entre que algunos no lo sabían y que otros no encontraban su certificado o no recordaban su “Chave 365” para mostrarlo, el acceso a algunos establecimientos se iba dilatando en el tiempo. Pero a pesar de estas pequeñas incidencias derivadas de las novedades, no se registraron mayores problemas en lo que fue el regreso del ocio nocturno al 100% de su aforo, que no de sus horarios, puesto que en el caso de las discotecas aún les faltaría recuperar una hora para volver a la normalidad prepandemia.
La Policía desaloja 80 jóvenes
La Policía Local informó de varias llamadas por ruidos en domicilios la noche del sábado. Pero todas fueron resultas con la presencia de policía, excepto una en la que se denunció a un vecino por negarse a bajar el volumen de la música. En Montero Ríos se desalojaron a varios jóvenes con un equipo de música. Y en la Plaza de Portugal tuvo que disolver un grupo de 80 jóvenes, aunque “sin mayor incidencia”.
