Cuando el visitante se asome por A Casa das Artes a partir de hoy y hasta el 21 de noviembre, viajará a la nostalgia de cuatro artistas: Pablo Picasso, Marcel Vertés, Manuel Colmeiro y Luis Seoane, que aunque nada tenían que ver, se contagiaron unos de otros como las ideas que viajan a través del tiempo y acaban siendo un poco de todos. Bajo el título Un humanismo moderno, Manuel Colmeiro y Luis Seoane, el primero con sus tintas y grabados, y el segundo, con sus textos y dibujos, trazaron en líneas su morriña, sus anhelos y una memoria que jamás perdieron en su exilio argentino. Allí, no solo recordaban a su Galicia natal, sino que también reflejaban los hitos de una época convulsa desde el punto de vista social y político. La célebre ilustración de Seoane de la liberación de París en 1944, es una buena muestra de aquel carácter contestatario del escritor. En su libro Homenaje a la Torre de Hércules, los ecos picassianos y grecolatinos se presencian y acentúan en la estética y en la forma de pintar a su mujer, Maruxa; y también esa relación tan potente con el mar que baña las 49 obras que pueden contemplarse en la habitación destinada al artista. Más intimista y clasicista se muestra Colmeiro en los 15 dibujos recogidos en un libro del que solo se hicieron 200 ejemplares, todos ellos firmados. Las tintas evocan la morriña del autor ligada a la identidad gallega. Colmeiro participa así en una de las grandes líneas temáticas que caracterizan el arte gallego en el exilio, como es la ausencia de la tierra.
Picasso y la “Suite Vollard”
En la parte internacional, encontrará el visitante a la Suite Vollard, de Picasso, que por primera vez sale de su estuche de terciopelo para ser apreciada por los amantes de su arte particular. Suite es fruto de un encargo realizado por el conocido marchante Ambroise Vollard, que pagó la colección en especias, pues Picasso estaba prendado de algunas obras de Renau y Matisse que Vollard poseía. Las obras, agrupadas por temas, recuerdan a un diario personal, que muchos creen autobiográfico. En el caso de Vertès, el ilustrador húngaro también pinta en el exilio, pero a través de la intensidad lírica y una seguridad técnica admirable. No puede negarse el influjo de Picasso en las 47 puntas secas que componen la muestra, tanto en el gusto clasicista como en el erotismo que emanan sus desnudos.
La exposición fue inaugurada ayer por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, acompañado del concejal de Cultura, Abel Losada, quien destacó el “valor incalculable de la muestra” y que coloca a Vigo como “mecenas de la cultura accesible a la ciudadanía”. Por su parte, el comisario, Carlos Bernárdez, que junto al director del Museo del Grabado de Ribeira, Xoán Pastor, idearon el proyecto, agradeció a todos los colaboradores que participaron en la exposición, resaltando la importancia de las obras y textos que en los próximos días podrán admirar todos aquellos que pasen por A Casa das Artes. Se puede visitar hasta el 21 de noviembre en horario de tardes de lunes a viernes y también por las mañanas durante los fines de semana. Ya saben, mirar más allá de ver, es aprender.
