“Los clientes tenemos que tener una responsabilidad y no pretender que sean los hosteleros quienes vigilen”. Juan Pablo Pérez se mostraba ayer satisfecho por el regreso de la atención en barra en la hostelería, aunque sea con condicionantes. Para este vigués el consumo en barra es más agradable y “se presta más a la charla” pero lamenta que con las condiciones impuestas de distanciamiento –metro y medio entre no convivientes– serán escasas las que de momento ofrezcan sus servicios en la ciudad.

Desde ayer está en vigor el nuevo protocolo de la hostelería que busca que ningún local deba cerrar por completo pese a la situación epidemiológica del ayuntamiento en el que se encuentra. Esta nueva normativa para el sector establece dos niveles para el sector “según el grado de compromiso del local” y en el tipo 2 se permite la reapertura de las barras.

Ángel Oujo, gerente del restaurante Ouxo de Bouzas es muy crítico con el nuevo protocolo, y explica que “solo ganamos la barra, porque el aforo es el mismo pero entre el distanciamiento obligatorio y los productos de desinfección solo me caben dos personas, por lo que de momento aún no la vamos a abrir”. Por contra, como nivel 2 al que se va a sumar, el Ouxo debe reunir una serie de requisitos. “Ahora nos obligan a unos cursos obligatorios para todos los trabajadores de prevención de COVID y cada siete días hay que hacer una PCR de los trabajadores. Cada mes hay más gastos y los ingresos son la mitad”, lamenta.

Bibiana López, propietaria del restaurante La Tula, muestra el hartazgo del sector con el ir y venir de normativas. “A ver cuánto dura este protocolo. Yo creo que imprimí el cartel del aforo ya unas diez veces. Nos tienen en el punto de mira y no es así, no somos los culpables de la situación”, dice. La Tula se ha adscrito al nivel 1 porque “tampoco podíamos meter más mesas con la separación obligatoria”, explica la responsable.

Desde la Federación de Hostelería de Pontevedra, César S. Ballesteros comprende el malestar del sector pero defiende que con el acuerdo firmado “no nos van a cerrar ni reducir los aforos más”. “Es evidente que a corto plazo no es el mejor acuerdo. Pero va a ser una norma estable en el tiempo”, indica.

Ballesteros explica que la capacidad negociadora del sector es limitada, pero que se han conseguido marcar otras medidas “como limpiar tres veces al día los baños en el nivel 2”. En este sentido confía en que la mayor parte de los hosteleros de Vigo se apunte a este nivel de mayores medidas sanitarias y que los clientes valoren el esfuerzo que estos locales realizan.

El protocolo estable que en los de tipo 1 la ocupación máxima será del 50% en interiores y del 75% en exteriores. La distancia entre mesas es de 1,5 metros , y es obligada la exposición pública de los aforos; o medidor de CO2, con anotaciones cada 4 horas y 2 horas de formación en protocolos COVID para el personal.

En los de tipo 2, podrán llegar al 75% de ocupación en el interior y hasta el 100% en la terraza; podrán hacer uso de las barras, con condiciones. Además, deben contar con un registro de clientes – para comidas y cenas-– y con un medidor de CO2 continuo, en otras medidas.

El ocio nocturno lamenta quedar fuera del protocolo

Pese a que lo habían solicitado el protocolo de la hostelería publicado en las últimas horas no incluye a los locales de ocio nocturno, que esperan reunirse con representantes de la Xunta en las próximas horas. Carlos Rodríguez, presidente de la Asociación Provincial de Establecimientos Musicales y Espectáculos Reglados (Apemer), explica que es probable que estuviesen esperando por la resolución del Supremo sobre el certificado COVID antes de hablar con ellos. “Seguramente nos harán el chantaje del presentar los documentos solo en el ocio nocturno”, indica. A día de hoy estarían dispuestos a aceptar esta medida con “condiciones” como recuperar los aforos y los horarios perdidos . “Necesitamos lectores de códigos QR específicos para poder identificar a las personas que muestran los documentos”, añade Rodríguez.