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Jorge Cavero | Jefe de Medicina Preventiva de Povisa

“La situación actual sería dramática si no hubiera vacunas"

El doctor Jorge Cavero, en su consulta. José Lores

La quinta ola parece que está empezando a remitir, pero de forma muy leve. La explosión de contagios que se ha producido este verano era difícil de prever, y sus características son muy diferentes a situaciones anteriores. Especialmente por la elevada incidencia entre la gente joven y el importante grado de inmunización entre los mayores gracias a la vacuna. El jefe de Medicina Preventiva de Povisa, Jorge Cavero, analiza el escenario epidemiológico actual.

–A estas alturas de la quinta ola, ¿cuál es el perfil concreto de los nuevos contagios?

–La mayoría de los casos corresponde a jóvenes de entre 15 a 30 años, en muchos casos con poca o ninguna sintomatología.

–¿Y el de los pacientes con síntomas más agudos y que requieren ingreso en el hospital e incluso en la UCI?

–El perfil de los enfermos ingresados es más heterogéneo aunque corresponden a personas mayores de 30 años, en su mayoría entre sesenta y setenta, no vacunadas o con pautas incompletas de vacunación, algunas de ellas fumadoras o ex fumadoras y/o con sobrepeso. De cualquier manera los pacientes actualmente ingresados en nuestro hospital, exceptuando que son más jóvenes que en las anteriores olas, no cumplen un perfil epidemiológico del todo fijo.

–-Se están produciendo casos de reinfecciones, pacientes que ya habían contraído el virus y han vuelto a contagiarse. ¿Cuál es el motivo principal?

–He leído que en otros centros sanitarios se han visto reinfecciones. Personalmente no he tenido evidencia cierta de una alta frecuencia de estos casos. Sí he podido comprobar resultados de laboratorio que resultaron ser falsos positivos. El procedimiento de nuestro hospital frente a la sospecha de una reinfección es la comprobación de la misma tomando en cuenta la epidemiología, la situación clínica y naturalmente la toma de varias pruebas de laboratorio.

–También se están detectando casos de personas con la pauta completa de vacunación que se han contagiado, algunas incluso con síntomas.

–Solemos olvidar que la eficacia de las vacunas ha sido evaluada en cuanto a que evitan la enfermedad o minimizan los efectos evitando la aparición de enfermedad grave. Inicialmente su eficacia no ha sido evaluada en cuanto a evitar la infección. Es decir, una persona con vacunación completa puede infectarse o contaminarse al tener contacto con el virus y no presentar enfermedad, o únicamente síntomas de carácter leve. No hay vacuna contra el COVID que tenga un 100% de efectividad, por lo que actualmente la alta circulación del virus en la comunidad y sus diferentes cepas, a causa de relajar las medidas de protección, expone más a las personas vacunadas y no vacunadas al contagio. Si la situación epidemiológica actual se hubiera dado sin personas ya vacunadas, probablemente el escenario habría sido más dramático.

–En este momento de la pandemia, ¿los síntomas de los pacientes son los mismos o hay algún cambio?

–Los síntomas más frecuentes son fiebre leve, congestión nasal y faringitis con o sin tos. Todos de moderada y baja intensidad en la mayoría de los afectados.

–Ha habido debate sobre la necesidad de que las personas vacunadas que den positivo tengan que estar confinadas. ¿Qué medidas de prevención concretas se deberían tomar en estos casos?

–Hasta ahora no hay evidencia absolutamente cierta que pruebe que las personas con pauta completa de vacunación infectadas no puedan contagiar, aunque todo apunta a que lo hacen en menor proporción a los no vacunados. Es decir, existe la posibilidad aunque la probabilidad se espera más baja. Aún así, el procedimiento actual es el de mantener las mismas medidas de prevención y aislamiento que las personas positivas no vacunadas o con pautas incompletas de vacunación.

–¿Qué sucede si una persona se contagia entre la primera y la segunda dosis de la vacuna? ¿Qué protocolo debe seguir?

–Lo más probable es que el curso clínico sea similar al de una persona no vacunada. El protocolo que debe seguirse es exactamente el mismo: aislamiento domiciliario, seguimiento médico y el tratamiento prescrito en el caso de personas con síntomas leves.

–Se habla de una presencia cada vez más notable del llamado COVID persistente, pacientes que manifiestan síntomas del coronavirus incluso meses después de haber sufrido la infección. ¿A qué se debe? ¿Cuál es su cuadro clínico?

–Al parecer hay un gran número de síntomas asociados al COVID persistente, como el cansancio, dolor muscular y articular, trastornos del sueño, tos, pérdida de apetito, dolor abdominal, dolores de cabez o cambios en la tensión arterial, entre otros. Lo que se ve es que estos síntomas pueden fluctuar o persistir en el tiempo así como empeorar con el esfuerzo físico. Actualmente no se conoce del todo la causa aunque se manejan algunas hipótesis en relación a persistencia del virus en reservorios donde se mantendrían activos, presencia de respuestas inmunes aberrantes o autoanticuerpos. Es un tema que todavía está en estudio. Por lo que sabemos hasta ahora parece estar afectando más a mujeres y en la edad media de la vida. Un factor asociado a “COVID persistente” parece ser la gravedad del cuadro inicial medida por un mayor número de síntomas.

“¿Consejos para protegernos en esta quinta ola? Hay que seguir limitando al máximo posible los viajes”

Galicia se encamina a días que pueden marcar su futuro epidemiológico, con fiestas populares por todo el territorio gallego y con el riesgo que se sigue asumiendo con la celebración de reuniones privadas entre jóvenes. El propio conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, recordaba ayer que se avecinaban fechas “señaladas”, por lo que hay que extremar las medidas de seguridad sanitarias. Para el doctor Jorge Cavero, esas medidas que hay que tomar ahora en plena quinta ola “son las mismas que han sido apoyadas a lo largo de la pandemia por los epidemiólogos y otros expertos: higiene respiratoria y de manos o el uso de la mascarilla”. Pero el jefe de Medicina Preventiva de Ribera Povisa apunta también a la necesidad de seguir limitando las actividades sociales “y lo máximo posible los viajes”. “Es una cuestión sobre todo de responsabilidad y de que avance el proceso de vacunación”, defiende el facultativo. La necesidad de seguir inmunizando a la población es imprescindible para combatir al virus. El rechazo generado en los sectores negacionistas ante la vacuna parece que ya se ha mitigado. El propio Jorge Cavero aseguraba después del verano del año pasado que uno de los factores de esta oposición “es la desinformación”.”El acceso fácil y casi ilimitado a información contradictoria, parcializada, sensacionalista, con bajo nivel de evidencia y que no es contrastada de forma ecuánime, imparcial y equidistante permite alimentar falsas creencias que luego son dogmatizadas. Otro factor es la desconfianza que pueda generar la industria farmacéutica en los colectivos antivacunas”, apuntaba entonces. “No creo que el poder de influencia de esos grupos antivacunas pueda ser la causa más importante de un potencial fracaso de la cobertura de inmunización esperada”, preveía por aquel entonces. Y su previsión parece que se está cumpliendo.

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