Con la pandemia motivada por el COVID-19, la educación ha experimentado un cambio total, pero esto no implica que en años anteriores se mantuviera pasiva, neutral. Es más, siempre ha estado en constante evolución debido a las peculiaridades de cada alumno, más especialmente la de aquellos en los que se detecta aún tipo de dificultad para el aprendizaje.
Según las últimas estadísticas del Ministerio de Educación, la cifra de alumnos con Necesidades especiales de apoyo educativo (NEAE) se ha duplicado en los institutos de Vigo y otros puntos de la provincia en el último lustro, superando los 1.200 frente a los 662 que se registraban en el año 2014. Actualmente, en el municipio vigués, la cifra escala a los 500; que se correspondería con el número de plazas que los diferentes institutos sostenidos con fondos públicos reservan para estos estudiantes con necesidades especiales o de refuerzo educativo. Concretamente, de las 246 plazas de 1º de la ESO que quedaron vacantes en estos IES, un total de 45 (20%) se reservaron para este alumnado NEAE. “Se han detectado además de más casos, un mayor interés por estas plazas en nuestro centro. Primero porque desde el IES Valadares, todo el profesorado le destina un especial interés para ofrecerles una educación a la altura de sus necesidades”, destaca su directora, Eva López Tarrío.
“Hubo muchas solicitudes por los medios humanos y materiales que destinamos a este alumnado”
En este centro, de las 12 plazas que ofertaron, se cubrieron todas y obtuvieron “muchas solicitudes”. “Destinamos un importante número de medios materiales y humanos para este alumno con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o trastorno del espectro autista (TEA), dislexia y también altas capacidades, que también denotamos un aumento; lo importante con este alumnado es adaptar las tareas”, matiza López Tarrío.
Para dar esta atención individualizada y apoyo educativo a los alumnos NEAE, la Xunta destina a los centros educativos un profesorado específico: docentes de Pedagogía Terapéutica (PT)y de Audición y Lenguaje (AL), cuya demanda se hace cada vez más necesaria. “Nosotros tenemos el cupo de plazas lleno y contamos con una sola profesora de PT y también una orientadora muy implicada con estos casos, y es por eso que tenemos una sobrecarga y saturación de trabajo. Por ejemplo, nosotros contamos con un alumno que acaba de llegar de China y no habla nada de español, está perdido en las clases y necesita el apoyo de estos especialistas”, destaca María Sío Castiñeiras, directora del IES San Tomé.
El caso que relata la también docente del instituto vigués se enmarca en una de estas necesidades específicas de apoyo educativo, concretamente en el alumnado de incorporación tardía, pero son muchas más: dificultades en la comprensión y expresión oral, lectura, escritura, razonamiento y cálculo matemático, altas capacidades, TEA, TDAH, etc.
“Tanto la orientadora como la PT cuentan con una sobrecarga y saturación de trabajo”
La Xunta cuenta con un protocolo o decreto que recoge la actuación de los centros ante estas especificidades. Actualmente, la Consellería está ultimando la actualización de la normativa de atención a la diversidad en los centros educativos con el objetivo de dar una respuesta ajustada a la realidad de cada alumno, a sus necesidades y a sus talentos, que en palabras de la Foanpas, se ajusta más a la realidad de los niños. “Concreta mucho más los servicios a los que puede optar el alumno y todavía es más individualizado para cada eso, y eso es fundamental”, explica María Jesús –Chus– Granja, miembro de la comisión NEAE.
“Sería conveniente flexibilizar las plazas NEAE para cualquier curso de cualquier etapa”
Integración en el aula
¿Cómo funciona la adaptación de estos alumnos al aula? “Es fundamental que las clases sean heterogéneas; por eso es también muy importante el apoyo de las PT u orientadores en el aula normal. Para ello fue también muy importante concienciar al profesorado en general para que adecuen sus clases a todo el estudiantado, por ejemplo, con enunciados más simple, herramientas digitales...”, añade Tarrío.
Otros institutos donde a diferencia de los anteriores, no se ha cubierto las plazas reservadas para NEAE –que pasarían al alumnado ordinario– cuentan igualmente con este profesorado específico. “Apostamos por una enseñanza individual pero en el propio aula, y adaptamos la forma de dar la clase a sus necesidades o potenciar sus capacidades según tenga mas o menos dificultad. Contamos con un única PT, y nunca vendría mal más”, apremia Cándido Carrera, director del IES República Oriental de Uruguay (ROU). Asunción Montenegro, su homóloga en el IES Carlos Casares destaca que las discapacidades físicas o psicológicas son las más habituales. “Este profesorado específico es el que ayuda a normalizar su situación en el aula”, sostiene la directora.
