Una convocatoria extraordinaria en muchos aspectos. La mayor oferta plazas de formación sanitaria especializada aprobada por el Ministerio de Sanidad ha estado muy marcada por el año de pandemia, que ha retrasado su habitual fecha de celebración dos meses y ha ampliado el número de sedes para evitar aglomeraciones –pasó de 21 a 28 ciudades–. Así, Vigo volvió a acoger estas pruebas 42 años después y por segunda vez en su historia.

Eran 382 los aspirantes que estaban inscritos a los exámenes que debían comenzar a las 16 horas en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Vigo. La categoría con más candidatos fue la de Enfermería (EIR), con 192, seguida por la de Medicina (MIR), con 108. Además, se examinaron 50 psicólogos (PIR), 13 biólogos (BIR), otros tantos farmacéuticos (FIR) y 6 químicos (QIR). No se presentó ningún radiofísico.

Llegada de los exámenes, una hora antes. // Pablo Hernández

Patrulla policial

Una patrulla de la Policía Local acudió a la entrada de las pruebas alertada por la concentración de gente. “Estamos en pandemia”, advirtió uno de los agentes. No ayudó que solo se habilitara un acceso para casi 400 personas; que no se espaciaran las entradas, llamando a partir de las 15.15 horas de forma consecutiva a todas las aulas –tanto a las que estaban convocadas a las 15 horas, como las de las 15.20–; o que no hubiera un megáfono y los aspirantes debieran acercarse para poder escuchar. Los agentes pidieron a la gente que se distanciara y accediera en filas.

Desde la izq. Liz, Iria Cantero y David Rivas. // Pablo Hernández

Para David Rivas, Liz e Iria Cantero, empleados del Álvaro Cunqueiro, que este año la sede fuera en Vigo les permitió compatibilizarlo mejor con el trabajo. La importante carga laboral que han tenido este año de pandemia, tampoco les ha dejado todo el tiempo que a ellos les habría gustado para preparar las pruebas. David y Liz la vivieron de cerca, al estar una temporada en una de las alas COVID.

Carla Novo y Rubén Mahón. // Pablo Hernández

Los enfermeros Carla Novo y Rubén Mahón consideran que estos exámenes deberían tener siempre sede en Vigo. “Por organización, evitas la masificación”, exponen y explican que, otros años, en Santiago, “tenías que estar mucho antes, solo para aparcar”. Cuentan que este año hay más plazas y menos aspirantes. “Hay una por cada 4 personas, en vez de cada 10”, señalan.

Desde la izquierda, Elena Sacristán y María Casanova. // Pablo Hernández

Eso lleva a las enfermeras María Casanova y Elena Sacristán a sospechar que “los que se presentan van seguros, habiéndoselo preparado”.

Desde la derecha, Iria Piñeiro, Miriam Barreiro, Soraya Valverde y Ángela Iglesias. // Pablo Hernández

A diferencia de Medicina, en Enfermería se puede ejercer sin especialización –y, salvo para matrona, no es imprescindible–, pero esta te permite, al menos “dos años de contrato seguido”, el de formación, cuentan Iria Piñeiro, Soraya Valverde y Miriam Barreiro, que esperaban con su profesora, Ángela Iglesias. Dos de ellas ya tienen experiencia del año pasado: “sales agotada, son 4 horas de examen”.

MIR

Nerea Castro, ayer, antes de la prueba. // Pablo Hernández

La médica Nerea Castro lleva desde septiembre de 2019 preparando el examen y , desde junio, de forma “intensiva”. Ya de perderse un año de vida exterior, “qué mejor que este”, con confinamientos. “Aún así, es duro emocionalmente”, señala.

Silvia Castillo, antes del examen, en la Facultad de Económicas de la UVigo. // Pablo Hernández

La doctora Silvia Castillo ha venido desde Ecuador para optar a una plaza MIR: Allí son muy pocas las plazas en el sistema público. Lo hace en Vigo porque es donde está una amiga de la carrera, pero lo prefiere a Madrid, “con más gente hay más sensación de nerviosismo”.