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Familias de los menores piden 54 años de cárcel para el salesiano acusado de abusos

El acusado, tras ser detenido por la Policía Nacional. / Marta G. Brea

Un total de 54 años de prisión, seis por cada uno de los nueve delitos que le atribuyen. Esta es la pena que solicitan varias de las familias de los menores contra el sacerdote vigués Segundo C. por supuestos abusos sexuales. La acusación particular presentó ayer su escrito de calificaciones previas en el marco de esta causa instruida por el Juzgado nº4 de Cambados, que hace tan solo quince días emitía su auto en el que daba por terminada la investigación y le imputaba sendos delitos, dando traslado también a Fiscalía y acusaciones para presentar sus escritos.

Indemnizaciones

La representación legal de gran parte de las familias de los menores víctimas de los supuestos abusos precisa que, si bien penalmente su acusación se dirige hacia el sacerdote, también señalan como responsable civil subsidiaria a la orden o congregación Salesianos-Don Bosco para hacer frente al pago de indemnizaciones por los perjuicios causados a los menores.

En concreto, la acusación particular aprecia un total de nueve delitos de abusos. Y es que al entender que los supuestos hechos delictivos fueron en diferentes momentos y de forma independiente, no lo tipifica como delitos continuados.

Esta elevada petición de cárcel se sustenta en los hechos descritos por la magistrada en el auto que transforma las diligencias previas en procedimiento abreviado.

Hechos

Los hechos por que se le acusan a Segundo C, en libertad provisional desde finales de abril, fueron destapados por los menores durante un campamento de verano. El auto judicial concreta que dos de los menores afectados por los supuestos abusos decidieron contárselo a dos monitores mayores de edad que colaboraban en esa actividad veraniega. Un monitor les dijo que iba a estar despierto toda la noche y que si pasaba algo que gritasen “o lo que sea”. La reacción del colegio fue inmediata, apartando al cura y poniéndose a disposición de los familiares de los chicos.

Otra cuestión que detalla la resolución es que los menores que pernoctaban en la habitación de una de las víctimas salieron en su ayuda y juntaron las literas para evitar que el sacerdote lo pudiese tocar desde su cama. El investigado les ordenó que las separaran y al no obedecer los chicos, terminó marchándose.

Peregrinación

A mayores, el auto recoge que esa no habría sido la primera vez que el cura se sobrepasó con alumnos. Ya lo había hecho supuestamente meses antes, en abril del mismo año, cuando se le atribuyen abusos a dos de estos chicos durante una peregrinación de estudiantes del centro educativo vigués para hacer el Camino de Santiago. Y en junio habría echo lo mismo a otro menor que fue a la asociación juvenil Abertal, dependiente del colegio, para ver por televisión la final de la Champions League.

La magistrada instructora entiende que el cura, profesor de Religión en el centro vigués de los Salesianos “obrando con la finalidad de satisfacer su apetito sexual y de vulnerar la libertad e indemnidad sexuales de las personas que tenía a su cargo por razón de su ministerio, profesión y cargo” habría llevado a cabo “actos libidinosos” consistente en tocamientos en la zona genital a seis menores, todos alumnos del colegio vigués y de entre 14 y 15 años

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