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AP-9 en Teis: el ruido que no cesa

Vecinos de Teis y Chapela en 2019, durante una marcha para reclamar mejoras en el acceso de la AP-9

Carece aún de pantallas pese a los informes que subrayan su urgencia, el compromiso de Audasa de 2016 y el anuncio de 2020

Un lustro, tres ministros, dos presidentes y un buen puñado de anuncios, promesas y protestas vecinales después, la banda sonora con la que se despiertan a diario cientos de familias de Teis y Chapela que viven al lado de la AP-9 sigue siendo hoy la misma que en el verano de 2016, cuando Audasa se comprometió a remediar el molesto runrún generado por los vehículos que circulan por la autopista. Hoy, como ayer, cada mañana apuran sus cafés entre el zumbido de coches y camiones de la AP-9.

A lo largo de los últimos años la concesionaria ha instalado un asfalto especial que minimiza el ruido, pero aún no ha colocado ni un solo metro de barrera acústica, la medida por la que los residentes llevan tiempo clamando. No lo ha hecho a pesar de que tiene sobre la mesa informes que alertan del impacto de la contaminación acústica de la AP-9 a su paso por ambas parroquias, de que en julio de 2016 accedió a implantarlas y de que hace ya medio año, en julio de 2020, anunció que empezaría a instalar unos ocho kilómetros de vallas especiales entre Vilaboa y Chapela.

Los vecinos: “Es escandaloso que aún no haya ni un solo metro puesto”

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Desde entonces la concesionaria de la AP-9 ha realizado catas en el vial, pero más allá de los pasos que se hayan podido dar a nivel administrativo, no se ha anotado ningún avance sobre el terreno.

“Seguimos igual. Es escandaloso que no haya ni un solo metro instalado para paliar el ruido. Resulta curioso además en una autopista como esta, que lleva tantos años operativa”, lamenta Anxo Iglesias, portavoz de la asociación de vecinos de Teis. Desde el colectivo se señala tanto la responsabilidad de la concesionaria como la del ministerio y recuerda los informes oficiales que miden con pelos y señales el impacto acústico de la AP-9.

Claves destacadas

  • Un compromiso contraído hace años

    Los vecinos de Teis y Chapela soportan el ruido de la AP-9 desde hace décadas. En 2016 se anunciaron medidas para atajar la contaminación acústica.

  • Impacto directo sobre los vecinos de Teis

    El Plan Contra el Ruido en vías en régimen de concesión, de 2016, alerta de un “alto conflicto” en el acceso de la AP-9, con 2.000 afectados entre los PK 1+000 y 4+800.

  • Pantallas acústica y firme especial

    Desde 2016 se ha instalado en el acceso a Vigo un firme especial para paliar el ruido del tráfico, pero no se han instalado las barreras para atajar el problema.

Uno de los más recientes es el último mapa de ruido elaborado por el Concello, en el que se concluye que los principales ejes viarios –AP-9, A-55 y N-552– provocan que alrededor de 10.100 vecinos estén expuestos a lo largo del día a más de 55 dB. El número de quienes soportan más de 65 dB se situaría en 800 a pesar de que en zonas con predominio de suelo de uso residencial los valores límite aplicados para infraestructuras viarias son de 60 dB durante el día y 50 por las noches.

En su Plan de Acción Contra el Ruido en carreteras estatales en régimen de concesión, publicado en julio de 2016, el propio Ministerio de Fomento reconocía que el “grado de conflicto” entre los kilómetros 1+000 y 4+800 –correspondientes al entorno de Teis– es “alto” y reconocía en esa franja el mayor volumen de población por encima del objetivo de contaminación acústica (OCA) de todo su listado, con unos dos mil afectados.

En plenas obras de ampliación del puente de Rande y los accesos de la autopista, en julio de 2016, Fomento, entonces con Ana Pastor al frente, reclamó a Audasa que adoptara medida para frenar el ruido que soportan los vecinos de Chapela y Teis. Se plantearon dos soluciones: el uso de un asfalto especial y la colocación de pantallas. El segundo, que según se trasladó entonces se incorporó al proyecto, sigue aún hoy sin concretarse. Desde entonces los vecinos de ambas parroquias han salido a la calle en varias ocasiones para exigirlas como parte de un paquete de medidas que buscan mejorar el acceso de la AP-9 en la ciudad. Otra de sus propuestas es la construcción de nuevos accesos o el fin del peaje de Redondela, un compromiso asumido también por el Gobierno en 2018 y reafirmado por el Ejecutivo actual sin que de momento las palabras se hayan substanciado en hechos.

Las pantallas acústicas volvieron a ser noticia hace justo medio año, cuando se anunció que Audasa planeaba instalar seis kilómetros entre Vilaboa y Chapela con una inversión que rondaría los ocho millones. Con ese fin Audasa habría realizado catas hasta octubre. Poco después el Concello reclamaban que se extendieran hasta Vigo.

Tres años de espera para el fin del peaje de Redondela

2018 arrancó con una buena noticia para los conductores de la AP-9. Al menos tras el alza de precios del 3,81% que había acompañado a las doce campanadas de Nochevieja. Tras una reunión celebrada en Madrid entre la Xunta y Fomento, el Ejecutivo anunció su compromiso de eliminar el peaje de Redondela. El anuncio ponía punto y final, en apariencia, a una larga reclamación de vecinos, empresarios, instituciones y partidos, que de forma unánime y desde hacía años clamaban por el fin de un gravamen que, en la práctica, penaliza el uso de una circunvalación urbana. Aunque el anuncio se lanzó sin plazos poco después el entonces ministro Íñigo de la Serna lo concretaba un poco más: la tasa desaparecía “en torno a julio”. Pasó julio. Pasó 2018. Y 2019. Cambió incluso el Gobierno. Pero no el pórtico, cuyo fin volvió a anunciarse –junto a nuevas bonificaciones en la AP-9– el año pasado. 2021 llegó acompañado sin embargo de una subida de precios en el pórtico. Hace días el Ejecutivo apuntaba que las rebajas se producirán a lo largo del semestre.

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