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Europa respalda con 2,5 millones “Peiraos do Solpor” y su visor submarino de A Laxe

La estructura flotante que diseña Cardama para observar los microarrecifes creados frente a Portocultura comenzará a instalarse este año | El jardín marino de Bouzas, para 2022

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Así será el visor submarino flotante de Portocultura Faro de Vigo

El proyecto medioambiental “Peiraos do Solpor” que tiene en marcha la Autoridad Portuaria en su política de integración Puerto-Ciudad, está a punto de comenzar una de sus partes más visibles y de mayor impacto público: el visor submarino flotante previsto en A Laxe, frente a la nave de Portocultura. La Unión Europea acaba de seleccionar este proyecto (denominado internacionalmente “Living Port” y que constituye la segunda fase de “Peiraos do Solpor”) como uno de los ganadores del programa europeo “Fast Track to Innovation” de 2020, lo que supone que la iniciativa viguesa ya tiene garantizada la financiación. De los 3,1 millones en los que se presupuestó esta iniciativa Europa aporta 2,5 gracias a este nuevo reconocimiento vinculado a “la innovación y el impulso de nuevos productos que faciliten alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de la UE”.

El proyecto se iniciará en los primeros meses de este año 2021. La dársena de A Laxe (Muelle de Trasatlánticos) acogerá una serie de paneles verticales para la colonización de fauna y flora, además de varios arrecifes artificiales. Todo ello podrá ser visualizado por los ciudadanos a través de un observatorio submarino diseñado y construido por el astillero vigués de Cardama. Este visor submarino pretende ser el “piloto” para la tercera y última fase de “Peiraos do Solpor”, el jardín marino de Bouzas.

Presentado su diseño hace casi un año, este visor submarino cumple lo que buscaba la Autoridad Portuaria con un formato en apariencia sencillo. A un pantalán de 12 metros de largo por 4 de ancho se incorpora un módulo sumergido a dos metros de profundidad al que se accede por medio de unas escaleras. Con capacidad para unas diez personas, esta sala hundida dispone de ventanales dirigidos hacia el ecosistema generado por esas estructuras suspendidas de cuerdas y otras depositadas en el fondo previstas en la última fase del experimento pilotado por la Universidad de Vigo

Mientras Cardama construye este módulo, la empresa israelí Econcrete diseña las estructuras y establecerá sus requerimientos ecológicos, monitorizadas y validadas por la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU). “Peiraos do Solpor” forma parte de las acciones medioambientales de Crecimiento Azul. La última fase se llevará a cabo en la terminal de Bouzas, donde está prevista la instalación de varias estructuras, pantalanes y observatorios para fomentar el ecosistema costero y la divulgación de sus valores. La unión temporal de las consultoras Hidtma, Berenguer Ingenieros y Eurofins Iproma ha sido elegida para redactar el proyecto definitivo.

Reproducción del interior de la sala, con un gran vidrio para ver los microarrecifes.

“Peiraos do Solpor” es un proyecto pionero a nivel mundial, ganador en marzo del premio “Óscar” de los puertos y consta de tres fases, con un presupuesto de 3.117.618 euros. Sus escenarios de actuación son la dársena de A Laxe y la Terminal Ro-Ro de Bouzas.

La primera fase del proyecto, ya concluida, se llevó a cabo en la dársena de A Laxe, concretamente en el pantalán de Prácticos –ubicado en la entrada del Muelle de Trasatlánticos– donde, en marzo de 2019, se colocaron unas primeras estructuras o arrecifes submarinos. Se trata de una serie de cuerdas y estructuras innovadoras que conforman un jardín submarino, donde las algas se puedan adherir y, además, sirve de lugar de cría de peces y otros animales. Desde entonces, la Universidad de Vigo ha monitorizado el crecimiento biológico de la zona.

Será una sala hundida con capacidad para unas diez personas

Con la garantía de los fondos europeos ya en la sede de Praza da Estrela, este año 2021 será el del despegue de las actuaciones más visibles. De hecho, se calcula que en el primer semestre ya estará instalado el visor para observar esos microarrecifes y su flora y fauna asociados.

La segunda fase, que está a punto de arrancar, se llevará a cabo en la misma dársena de A Laxe pero, en esta ocasión, frente al edificio de Portocultura. En donde se colocará el observatorio submarino para ver varios paneles verticales diseñados para la colonización de fauna y flora y cinco arrecifes artificiales que actualmente diseñan la empresa Econcrete. La actuación se completa con cuatro pantalanes flotantes y dos pasarelas de acceso.

La tercera y última etapa se desarrollará en la escollera de la Terminal Ro-Ro de Bouzas, donde se instalarán un total de 50 arrecifes artificiales y otras tantas piscinas que simulan pequeños ecosistemas, además de una zona de paseo.

Reproducción del aspecto exterior que tendrá el observatorio, sustentado por un pantalán.

Si se cumple el calendario ahora previsto, será a finales de 2021 o comienzos de 2022 cuando se pueda dar el salto a la culminación del programa, en la escollera de Bouzas, donde los vigueses podrán disfrutar del “solpor” de la Ría de Vigo.

Hasta entonces, tanto Econcrete como la Universidad de Vigo avanzan en nuevos diseños de arrecifes artificiales con el uso de impresoras 3D cada vez más sofisticadas y selectivas, para confeccionar ese gran jardín submarino del puerto.

Como detalla la propia Autoridad Portuaria, “el proyecto otorga una mayor visibilidad al potencial que tienen los océanos en la captación de CO2 y en la lucha contra el cambio climático”. El proyecto cuenta con la participación de la empresa israelí Econcrete –especialistas en proyectos ecológicos a nivel mundial–, el astillero vigués de Cardama;, la Universidad Técnica de Dinamarca, la Universidad de Vigo y la propia Autoridad Portuaria.

Un plan ambiental merecedor del “Óscar” portuario

La empresa Econcrete se encarga de la coordinación del proyecto, así como del diseño y fabricación de los arrecifes artificiales que habrá en la escollera de Bouzas. El astillero Cardama diseña y construye el observatorio submarino, mientras que la Universidad Técnica de Dinamarca se encarga del seguimiento y análisis de los resultados ecológicos obtenidos. La Universidad de Vigo participa en todas las fases, con sus garantías científicas y el análisis del impacto positivo en el ecosistema del Puerto de Vigo y de su Ría, además de participar en los diseños.

El Puerto presentó este proyecto en diciembre de 2019 a los premios mundiales organizados por la Asociación Internacional de Puertos, en los que competía con otros 45 proyectos a nivel internacional. Finalmente, el proyecto del Puerto de Vigo fue seleccionado como uno de los tres mejores del mundo en el campo de la integración Puerto-Ciudad, dentro de la categoría de “Diálogo con la comunidad y la ciudad portuaria”, donde competía contra un consorcio de puertos de Estados Unidos y Canadá y otro proyecto de un puerto coreano, que fueron los tres proyectos seleccionados dentro de esta categoría.

A causa de la pandemia del COVID, la ceremonia de entrega de premios, que iba a celebrarse en la cena de gala de la Conferencia Mundial de Puertos en Amberes el 18 de marzo, fue pospuesta y, en su lugar, se celebró una gala online desarrollada el 24 de junio. Finalmente, el proyecto del Puerto de Vigo se alzó con el primer premio, con el conocido como el “Óscar” al medio ambiente.

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